Desafuero publicitario

Quisiera, como ciudadano que tiene respeto por el paisaje natural y artístico, poner de manifiesto la desagradabilísima sorpresa que ha producido la instalación de una valla de publicidad exterior anunciando a unos grandes almacenes, a unos cincuenta metros de la Puerta de Hierro, en la carretera de La Coruña.Realmente, es la gota que rebosa el vaso. Evidentemente, la agresión que supone al paisaje de, al menos los setenta u ochenta primeros kilómetros de esa carretera, es grave y generalizada, y todos los que queremos a la sierra del Guadarrama seguimos esperando la acción de las autoridades competentes para que la agresión acabe porque ese y cualquier otro paisaje es patrimonio de todos, y no para ser comercializado por firmas que, al parecer, desprecian tanto al paisaje como a las personas con derecho -ya necesidad- de poder disfrutar de él.

Pero, como digo, si esos ochenta primeros kilómetros están realmente infestados, el colmo llega cuando, además de «cambiarnos» (literalmente) y rompernos nuestro paisaje natural, lo hacen, como en el caso de Puerta de Hierro, también con el paisaje artístico.

Dudo mucho de la legalidad de la situación de la valla publicitaria (a tres metros de la carretera), pero, en cualquier caso, el «destrozo» va incluso por encima de lo legal y pone de manifiesto la carencia total de responsabilidad social de aquellas firmas que actúan con semejante falta desensibilidad.