"No aceptaremos retrasos injustificables en la adhesión de España a la CEE

La candidatura de España al ingreso en las Comunidades Europeas cumple un año el próximo día 28 de julio. Hasta el momento España no ha recibido un trato de favor por parte de la CEE en los planes político y económico, aunque el procedimiento de nuestra candidatura discurra normalmente, como lo señala el ministro de Relaciones con las Comunidades Europeas, Leopoldo Calvo Sotelo, en una entrevista concedida a EL PAIS y realizada por Pablo Sebastián. En sus declaraciones, mister Europa afirma que España negociará con dureza y no aceptará retrasos injustificables, condiciona toda adaptación del acuerdo de 1970 a contrapartidas agrícolas comunitarias, indica que en las cuestiones sectoriales, como pesca, siderurgia y textiles, España no recibiría mejor trato al actual, aunque fuese miembro de la Comunidad, y declara que pidió la participación hispana en las reformas agrícolas e institucionales proyectadas por la Comunidad de los nueve

Pregunta. El próximo día 28 de junio se cumple el primer aniversario de la presentación de la candidatura de España al ingreso en las Comunidades Europeas. En este espacio de tiempo, el presidente Suárez hizo una gira por las capitales de los nueve -gira que usted repite en estas últimas semanas-, se inició la preparación del dicta men y se han mantenido negocia ciones bilaterales. Los resultados, en los planos político y económico, desdicen de la voluntad política de los nueve sobre el ingreso de España aunque se mantenga en marcha el procedimiento. ¿Porqué disculpa el Gobierno español el desinterés y la actitud negativa de la CEE? Respuesta. Aunque asumo las responsabilidades anteriores a mi gestión al frente del tema comunitario. debo señalar que mi gestión se inició hace sólo cinco meses, el pasado día 13 de febrero. Esta fue también la fecha real del inicio de los trabajos hispano-comunitarios para preparar la adhesión a la CEE. porque el Gobierno nombró a la persona encargada de dirigirlos. Desde la presentación de la candidatura, el 28 de julio, y la declaración del Consejo de Ministros de la CEE del 20 de septiembre. encargando a la Comisión la preparación del dictamen. no fue posible avanzar en los trámites de la adhesión. al no existir el órgano adecuado.

El 13 de febrero mantuve mi primer contacto con el comisario europeo encargado de la ampliación. Lorenzo Natali, y luego he iniciado una gira por las capitales curopeas que aún debo terminar, con viajes a Italia, Alemania Federal e Irlanda. En los seis países visitados no he encontrado ninguna declaración o posición que merezca disculpa por parte española, excepción hecha, tal vez, de Francia, donde los dirigentes gaullista y comunista, Jacques Chiracy Georges Marchais, hicieron declaraciones poco reflexivas y contrarias al ingreso de España en las Comunidades. La oposición de Mitterrand, más matizada y menos electoralista que las anteriores, parece responder a problemas internos de su partido. El Partido Socialista francés dice, en definitiva. que la ampliación no debe incluir sacrifícios excesivos para la economía fraticesa. lo que no excluye la reflexión y la negociación de los problemas. El presidente Giscard d'Estaing dejó clara, en Madrid, la posición favorable de su Gobierno, en el que se incluyen cinco gaullistas. y pidió un análisis de los problemas que causaría a Francia el ingreso de España en las Comunidades. para ser debatido en Consejo de Ministros antes de seis meses. Ahora bien, yo no me hago excesivas ilusiones los síes políticos de los nueve pueden ser luego noes en los debates institucionales, a los que iremos con toda la dureza de los negociadores profesionales. defendiendo palmo a palmo nuestros intereses sin exigir plazos irreales. pero sin aceptar demoras injustificadas. Estamos convencidos de que si a España le conviene ingresar en las Comunidades, también a la CEE le interesa la adhesión de España, por toda clase de razones políticas, económicas y comerciales.

P. La adaptación de! Acuerdo Comercial Preferencial de 1970 patina desde hace cinco años y los comunitario., insisten en obtener ventajas arancelarias industriales españolas sin ofrecer contrapartidas agrícolas. ¿Está el Gobierno dispuesto a ceder ante las exigencias comunitarias esta importante baza negociadora de España ante la adhesión?

R. El acuerdo de 1970 se ha convertido en la piedra de toque de las relaciones hispano-comunitarias actuales y su readaptación a los nueve ha quedado incluida, desde ahora. en la perspectiva de la adhesión y en la necesidad de que España consiga eliminar la discriminación agrícola que sufre con respecto al resto de los países mediterráneos que mantienen relaciones preferenciales con la CEE.

En los países que he visitado no he encontrado obstáculos mayores y presiones importantes sobre la adaptación de este acuerdo. Los funcionarios comunitarios y algunos países. como Francia. mantienen la teoría de que el acuerdo está desequilibrado a favor de España en los porcentajes de desarme arancelarlo industrial. Yo he explicado. Ni es posición oficial del Gobierno. que nosotros consideramos el desequilibrio a favor de la CEE. y ahí está la discriminación agrícola y el déficit comercial de los últimos ocho años, que rebasó los 10.000 millones de dólares en favor de la CEE.

La posición del Gobierno sobre la readaptación es clara: hacer concesiones arancelarias industriales sólo si la CEE decide darnos el rcequilibrio agrícola con ventajas importantes en los productos más significativos por su volumen de intercambios y, en todo caso, melorando la parca lista de cuatro productos que nos ofrecieron en diciembre de 1977 y que España rechazó. por inaceptable: o bien quedarnos como estamos, guardando esta baza como ventaja dialéctica de cara a la adhesión. que es el objetivo último que debe enmarcar todos nuestros contactos con la CEE y que ha cambiado.sensiblemente el marco de nuestras relaciones con las Comunidades desde la presentación de nuestra candidatura.

Hay que decir que a España, en estos momentos de superávit de sus reservas monetarias, le interesa reducir sus aranceles, por ello estamos también dispuestos a esta negociación. Pero esta apertura industrial la haríamos hacia la CEE si hay compensaciones agrícolas, de lo contrario podríamos hacerla erga omnes, por un espacio de tiempo limitado. tres meses, pero siempre con la posibilidad de volver a subir nuestras defensas arancelarias. Sobre la lista de productos agrícolas discriminados, que afecta a unos doscientos, estamos interesados en concesiones para unos cuarenta y esperamos respuesta de la Comisión para antes de agosto. De lo contrario, el tema del acuerdo de 1970 quedaría. una vez más, relegado.

"No recibirlamos mejor trato dentro de la CEE"

P. En distintos campos sectoriales, la CEE no s ha impuesto una salvaguardia que desdice de todo trato especial a un país candidato. ¿Cómo se explica el autocontrol en exportaciones textiles, las autolimitaciones siderúrgicas y las restricciones pesqueras?

R. Estos temas hay que proyectarlos en el ámbito de la crisis económica que atraviesa,la CEE. En el sector siderúrgico puedo decir que se ha conseguido un acuerdo de atitolimitación de exportaciones que creo satisfactorio, que marcha bien y que cuenta con la aprobación del sector siderúrgico español. En la estructuracíón de este acuerdo se han urilizado cifras y porcentajes de 1976, que fue un buen año para las exportaciones españolas siderúrgicas. En el sector textil la situación es más compleja por la diversificación de las exportaciones del sector. Aquí no hemos aceptado la autolimitación, aunque la CEE puede imponer su salvaguardia como podría hacerlo España. Hemos establecido un sistema de vigilancia para evitar saturaciones. Tanto en siderurgia como en lo textil habrá que esperar al otoño para analizar el desarrollo de estos intercambios, que pueden mejorar si se confirman los síntomas de relanzamiento económico de la CEE proyectados en la cumbre monetaria de Bremen y en la próxima reunión de concertación económica occidental de Bonn.

En el sector pesquero el problema es más complicado, porque se han entremezclado los problemas intracomunitarlos de pesca con las restricciones que se imponen a España por la salvaguardia y ampliación de las aguas de pesca de la CEE. Tenemos problemas para avanzar hacia el acuerdo-marco. mantenemos una situación interina renovable y esperamos que. dentro de lo posible, conseguiremos un status que nos permita pasar de las 121 licencias para pesca de altura actuales, a una cifra muy, superior que se aproxime a las deseadas por los pescadores españoles, que en la actualidad mantienen, a la vez, un regimen restrictivo y flexible.

Puedo decir que en estos problemas sectoriales España no disfrutaría de ventajas superiores a la situación actual, aunque fuera país miembro de pleno derecho de la CEE, porque los problemas serían los mismos.

P. La situación de nuestros emigrantes en territorio comunitario no es óptima, se vislumbran restricciones como las impuestas en Francia hace meses y se anuncia difícil, dado el paro en la CEE, la posibilidad de que España consiga la libre circulación de sus trabajadores en las negociaciones para el ingreso en la Comunidad.

R. España tiene 450.000 emigrantes en territorio comunitario, con un tiempo medio de residencia que se aproxima a los nueve años. Sobre la situación actual deseamos llegar a un acuerdo interino y global con la CEE que homologue, en cierta manera, los acuerdos bilaterales laborales y de seguridad social que mantenemos con casi todos los países de la CEE en defensa de los intereses de los trabajadores. El comisario del sector, Vredeling, está trabajando sobre el tema y pronto recibiremos sus iniciativas.

Sobre la libre circulación de trabajadores hay objeciones de muchos países de cara a la ampliación. España participa también de dichas reservas, porque nuestro paro es importante y porque países como Portugal o Grecia, por ejemplo,