El catálogo de edificios a conservar debe implicar una limitación del derecho de propiedad

Todos los participantes en la mesa redonda coincidieron en señalar el precatálogo, que se convertirá en catálogo definitivo el próximo octubre y servirá de base a la redacción de un plan especial de protección, como un documento de gran valor para la conservación del Patrimonio Histórico Artístico de Madrid. En el transcurso de las intervenciones se lanzaron duras acusaciones al Ayuntamiento, en el senticio de no haber mostrado una verdadera preocupación por el mismo, e incluso de haberio hecho a remolque de las presiones de la opinión pública. Las acusaciones incluyeron la concesión de los trabajos de estudio a una empresa privada, Uiasa, de la que se duda tenga suficiente capacidad técnica para llevarlos a cabo, así como de que no se haya permitido la constitución de una comisión más amplia, con participación ciudadana. Los representantes municipales negaron todas las acusaciones y mostraron su interés por el feliz término del proyecto.Por la premura de tiempo no hubo oportunidad de desarrollar un coloquio posterior de puntualizaciones o réplicas a las intervenciones de cada asistente. Estas se produjeron de la forma siguiente.

Amparo Berfinches: El precatálogo me parece un documento muy valioso por su carácter integrador y que engloba a una serie de organismos oficiales que lo han tomado como instrumento de trabajo. En concreto, la dirección general lo utiliza así en las reuniones semanales que se celebran para estudiar todos los expedientes sobre edificios o conjuntos que nos llegan.

José Luis Souto: El plan especial a que conduce el precatálogo supone una mayor garantía para el administrado, lo que no quita para que se apruebe definitivamente la declaración del centro de Madrid como conjunto histórico hecha por Bellas Artes. El plan especial debe llevarse a cabo sobre el marco de cobertura del conjunto del casco histórico.

El precatálogo ha ido adelante en contra del Ayuntamiento anterior, y malvive en el actual. En gran parte no ha sido incumplido, y podría decirse que ha actuado como una señal de llamada a la especulación. Se han producido una serie de demoliciones de edificios que, efectivamente, tenían licencia con anterioridad al 8 de septiembre, pero ha habido otras que eran posteriores. Es el caso del edificio de Serrano 60, facilitado además por una lamentable decisión de la misma Dirección General del Patrimonio.

El recelo del Ayuntamiento respecto a la elaboración del precatálogo se muestra en su negativa a permitir la participación ciudadana. Había existido una promesa informal del gerente de Urbanismo sobre permitir el funcionamiento de una comisión que controlaría los trabajos y que emitiría incluso unos informes de carácter vinculante. A última hora, en cambio, los trabajos se han adjudicado graciosamente a una empresa privada, Uliasa, de la que estoy convencido no reúne los medios técnicos ni humanos necesarios. El señor gerente sólo nos ha ofrecido la posibilidad de que cuando los trabajos estén terminados, el 15 de octubre, tendremos opción a presentar nuestras alternativas en el período de información pública, lo que es absurdo, puesto que en dos semanas no se puede estudiar una alternativa a algo tan complejo. No hay más remedio que crear esa comisión inmediatamente, de la forma que sea, y que sus informes sean vinculantes.

Santiago Amón: Insisto en la idea de que el precatálogo es un arma defensiva de carácter perentorio, que sólo va a tener una relativa eficacia, y que se ha confeccionado sin tener en cuenta a los protagonistas de lo que es'el Patriñionio Histórico Artístico del centro, sus pobladores. A ellos se les ha relegado a la posibilidad de la pataleta. Los partidos políticos no se han preocupado tampoco deníasiado del tema, sin duda por estar pendientes de otras tareas, pero en cualquier ,caso es urgente la constitución de esa comisión de la que hablaba José Luis Souto.

Pedro de Navascués: Creo que hay que pasar rápidamente del precatálogo al catálogo y luego al plan especial, y que hay que incluir en el mismo no sólo edificios concretos o conjuntos urbanísticos sino también otro tipo de elementos, como puedan ser zonas verdes. Lo que no alcanzo a comprender es la concesión de los trabajos a una empresa privada. Pienso que habría sido mejor que el Ayuntamiento reforzara sus propios servicios técnicos. Sin entrar en la capacitación profesional de los técnicos de la sociedad, tengo muy presente que la información que van a tratar es muy delicada, puesto que la Inclusión o no de un edificio puede suponer unos beneficios importantes a particulares o entidades de diversa índole.

Emilio Larrodera: Quiero hacer una llamada de atención a la penuria de medios con que se bate el Ayuntamiento. En la elaboración del precatálogo ha hecho. un esfuerzo loable, pero me temo que debe estar asistido de todos y cada uno de nosotros, no solamente en los trabajos del plan sino en su posterior aplicación. En este sentido quiero poner a disposición municipal el estudio realizado por el Colegio, más de 1.500 fichas, que creemos pueden ser un aporte muy considerable a sus propios trabajos.

Alfonso Alvarez Mora: «Quisiera dirigirme al Ayuntamiento para expresar varios puntos que deberían tenerse en cuenta a la hora de establecer el definitivo catálogo. En primer lugar, el precatálogo ha intentado plantear exclusivamente la conservación del tejido físico de la ciudad, y cualquier intento de conservación de una ciudad que al mismo tiempo no prevea la conservación de su tejido social, de sus habitantes, lo considero insuficiente.

En segundo lugar, el precatálogo no basta, puesto que un edificio se puede perder simplemente por el abandono de su propietario y la consiguiente provocación de ruina. Esto nos lleva a considerar en que hay que establecer claramente cuáles son los derechos y deberes de los propietarlos de inmuebles, que el caso de estos edificios no puede disponer de ellos como quieran. Es decir, limitar de alguna forma el intercambio mercantil que está en la base de la propiedad del suelo. Tiene que haber unas razones muy convincentes para que pueda derribarse un edificio incluido en el precatálogo. Y por último, quiero preguntar al Ayuntamiento, dado el retraso de los trabajos, qué va a pasar cuando llegue el final de la suspensión de licencias de demolición y no haya más remedio que concederlas, lo que ocurrirá en noviembre.

José Luis Alvarez: Creo que el catálogo es un instrumento muy válido, y rechazo de plano las acusaciones de que el Ayuntamiento está entorpeciendo su elaboración, y creo que conseguiremos que no se produzcan algunas, que no derriben mas edificios. Es cierto que hay que evitar la ruina provocada, y a ese efecto estamos intentando que otros organismos oficiales adopten las medidas oportunas -este es un tema que escapa a nuestras competencias-, para que se dispongan unas limitacio nes naturales al ejercicico de la propiedad. Agradezco mucho, por último, las ofertas de colabo ración del Colegio de Arquitectos y vamos a contar con ellas, pero que quede claro que no podemos abdicar de nuestras competen cias. Si en este caso el poder decisorio está en el Ayuntamiento, seremos nosotros quienes nos responsabilicemos de los traba jos.

Luis Enríquez de Salamanca: El plan especial surge como un instrumento de garantía y con carácter precautorio. No pretendemos que sea un instrumento definitivo sino consolidar un paso sin condenar la situación actual, las gestiones, planes y estudios que tenemos pendientes sobre Madrid a socaire de la revisión del Plan General. Efectivamente, en el momento de llegar a la Gerencia me encontré que el precatálogo está congelado, mientras que se acercaba la fecha clave de noviembre. Había también una diferencia de criterios entre los técnicos de la zona h ostó rico- artística de Gerencia y la mía, ya que ellos planteaban la necesidad de ún catálogo muy completo, para el que no teníamos medios ni dinero suficiente. En el mes de marzo pedí urgentemente que se acometiera un trabajo serio. La concesión a la empresa privada Uiasa se basa en la urgencia que hay hay que imprimir a los mismos, pero quiero dejar bien claro que en todo momento la responsabilidad y el control de lo que se haga queda bajo la tutela de la administración pública.

En cuanto a la participación ciudadana y de partidos políticos, nuestro criterio es que se puede arbitrar a través de la mecánica de control que Coplaco ha previsto con los parlamentarios madrileños, dado que la gerencia y Coplaco colaborarán en los trabajos, lo que no quita que en el momento de la información pública se permita y se potencie esa participación.

Por último, es cierto asismismo de que el precatálogo y luego el plan especial necesitan de una serie de instrumentos jurídicos que en este momento no están a nuestro alcance. Somos conscientes de que la propiedad del suelo. en cuanto se refiere a los centros históricos, necesita de una regulación que ahora mismo no existe. El derecho de propiedad de los edificios, en cuanto afecta a su derribo, no está contemplado en la ley del Suelo, que ha previsto más bien las normas de ensanche y crecimiento de las ciudades, y muy poco los planes de reforma interior. En cualquier caso, espero que para noviembre el plan especial tenga la aprobación inicial y comiéncen a notarse sus efectos limitados pero importantes.