La intervención del Estado en la actividad económica, apta para la izquierda y la derecha democráticas

El Pleno del Congreso de Diputados, durante el compás de espera acordado para dar tiempo a negociar con el PNV antes de comenzar el estudio de las autonomías, aprobó ayer cinco nuevos artículos del proyecto de Constitución, todos ellos correspondientes al título que regula la Economía y la Hacienda. El contenido de los textos aprobados, con escasísimos votos discrepantes, delinea un nivel de intervención del Esiado en la actividad económica apto para un Gobierno capitalista y para una opción socialista, dentro siempre de un marco democrático. Las mayores reticencias fueron expresaáas por Alianza Popular.El primero de los artículos a debate fue el artículo 122, al que el socialista del grupo mixto, Emilio Gastón, formuló dos enmiendas alternativas, que fueron rechazadas por similar núrnero de votos. La primera pretendía establecer con carácter imperativo que la ley «reservará al sector público los servicios públicos esenciales, la explotación de fuentes de energía o las actividades que constituyan monopolio». Obtuvo 101 votos Favorables, 135 en contra y trece abstenciones. La segunda -por la que proponía añadir al texto aprobado que «los recursos o servicios esenciales que puedan constituir monopolio, llevarán implícita la declaración de utilidad pública a efectos de posibilidad de expropiación de posible interés inmediato y de necesidad de ocupación» fue rechazada con 107 votos favorables 135 en contra y doce abstenciones.

Descartado el paso hacia adelante de la Constitución en un sentido favorable a la iniciativa pública, el propio equilibrio del consenso logrado sobre el proyecto constitucional., hacía inevitable que fueran igualmente rechazados los intentos de favorecer el sector privado, desde la perspectiva retrocapilasta de Laureano López Rodó y Alianza Popular, favorable a la jauja de ciertos sectore.s oligárquices durante el franquismo.

La enmienda del señor López Rodó obtuvo diecisiete votos a favor, 132 en contra y, 114 abstenciones. El rechazo de la erirnienda llevó a AP a, votar por sexta vez -la contabilidad la ofreció-Manuel Fraga en el trárnite de la explicación de voto- a un texto del proyecto de Constitución. El señor Fraga calificó de inoportunas las críticas formuladas por el señor Tamames a la época desarrollista de los años 60 y aludió al entreguismo de UCD. El señor Tamames recordó los costes sociales de los planes de desarrollo y el señor García Añoveros aseguró que la Constitución no ofrece riesgos y que no debía sembrarse la alarma,