Bandrés no consiguió despejar las barricadas

La Guardia Civil tuvo que despejar ayer las barricadas de la vía en el paso fronterizo de Irún, que mantendrán inmovilizados a más de dos mil emigrantes, ante las gestiones infructuosas del consejero de Transportes del Consejo General vasco, José María Bandrés.El señor Bandrés, acompañado de la gestora municipal de Irún, acudió ayer a la frontera para conseguir que los trabajadores de Renfe no encontrarán dificultades a la hora de despejar las vías. Tras encontrarse con la oposición de varios grupos de personas, tuvo que ser la Guardia Civil quien procediera al despeje del tendido. De esta manera, han podido continuar. su viaje las dos mil personas, en su mayoría emigrantes de condición modesta, que permanecían esperando en precarias condiciones de alimentación y sin poder satisfacer sus necesidades fisiológicas elementales.

La Consejería de Transportes y la gestora municipal de Irún emitieron un comunicado en el que señalaban que no habían tenido nada que ver con la llegada de la Guardia Civil y que lamentaban profundamente que una situación que hubiera podido solucionarse mediante el diálogo, hubiera precisado la intervención de la fuerza pública. El señor Bandrés y la gestora explican además que «este tipo de actuaciones, producto de un radicalismo subjetivo, perjudican la imagen de las luchas populares de Euskadi».