El comisario de San Sebastián lamenta la falta de testigos

«Ojalá me hubieran mandado a mí los cien testigos que fueron a declarar al Consejo General vasco», manifestó ayer el comisario jefe de San Sebastián, en relación con las investigaciones que se están efectuando sobre la muerte del joven José Ignacio Barandiarán.

El comisario jefe de la capital donostiarra, Euquitanio de Prado, señaló que tanto él como sus funcionarios, desde las dos de la tarde del martes, vienen realizando diligencias sobre el caso. Añadió que han buscado insistentemente a los tres jóvenes que trasladaron el cuerpo de José Ignacio Barandiarán desde el lugar de los hechos hasta la residencia sanitaria Nuestra Señora de Aránzazu, y que fueron testigos presenciales.«Por fin esta mañana -dijo el comisario- funcionarios del Cuerpo General de Policía consiguieron localizar a los citados jóvenes, Iñaki Albis Tur, Javier Ardenas y Marián Aróstegui, que prestaron declaración en la comisaría de policía.»

Sin embargo, los tres declararon a EL PAÍS que tras depositar al herido en el centro sanitario acudieron al Gobierno Civil para denunciar el caso. Allí, el gobernador les hizo esperar tres cuartos de hora antes de recibirles. Además, según declaraciones de los tres jóvenes, el comisario jefe tenía en sus manos la ficha del muerto. «Nos aseguraron que ellos no daban las órdenes, pero que se enterarían del nombre del comandante que mandaba la dotación. Nos dijeron que era mejor que corriera el agua sobre todo esto y que ya nos llamarían», fueron sus palabras textuales.

Afirmó también el señor De Prado que, hasta ahora, en comisaría tienen declaración de siete u ocho testigos civiles, entre los que se encuentra algún amigo, así como tres de los policías que participaron en el enfrentamiento, a raíz del cual resultó muerto por herida de bala el joven Ignacio Barandiarán.