Insisten en que Elnosa traslade su factoría de Pontevedra

La Corporación municipal de Pontevedra ha acordado exigir al Gobierno la inmediata clausura de la fábrica de cloro Electroquímica del Noroeste, SA (Elnosa), cuya planta de envasado permanecía cerrada a media tarde de ayer para facilitar la investigación sobre un accidentede trabajo ocurrido el miércoles que costó la vida a dos obreros.Entre los partidarios de la industrialización, la coincidencia del accidente con la fuerte campaña de una pequeña organización ecologista, ADEGA, hace temer que se tomen medidas irreversibles que podrían condicionar el desarrollo industrial de la zona.

Según las primeras impresiones técnicas, el pequeño escape de gas que produjo la muerte a los dos obreros, no ofrecía riesgo alguno para la población, pero lo cierto es que la preocupación por ese posible peligro existe entre los pontevedreses, especialmente como consecuencia de la insistencia en el tema por parte de ecologistas y organizaciones políticas de izquierda. Desde la instalación de Elnosa, hace diez años, no se han registrado otros accidentes, pero tampoco se ha facilitado información suficiente sobre las consecuencias que podría tener la actividad de esta industria. A raíz del siniestro, Jesús Sancho y José Rivas, diputados de UCD, han formulado una interpelación al Gobierno pidiendo urgente respuesta a una serie de dudas relativas a los riesgos que para la población y la flora y la fauna de la ría de Pontevedra suponen la empresa de cloro y Celulosas de Pontevedra, ambas del INI.

El Ayuntamiento, por su parte, exige la clausura de Elnosa y su traslado a un lugar en el que se pueda cumplir lo legislado en materia de industrias nocivas y peligrosas, operación que debería costear la Administración central y que tiene que incluir, si el traslado no es posible, la creación de otras factorías no contaminantes que garanticen el pleno empleo. En cuanto a Celulosas de Pontevedra, los corporativos piden que el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas lleve a cabo un análisis de efluentes sólidos, líquidos y gaseosos que ofrezca seguridades de que no hay problemas para el equilibrio ecológico. De no existir tal garantía se inclinan también por la clausura de la fábrica.