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El turismo alemán a España, numeroso pero de pocas divisas

Con motivo de las vacaciones de verano, de turistas alemanes en España, EL PAIS ha realizado un análisis del alcance efectivo que pueda representar para le economía española el aluvión de 2,7 millones de alemanes hacia España durante 1978.

Ni las cifras oficiales sobre número de turistas, ni el supuesto volumen de divisas que éste representa para España, parecen reflejar adecuadamente la verdadera categoría del turismo alemán hacia nuestro país. Como punto de partida, baste decir que, mientras los organismos oficiales españoles hablan de 4.503.956 turistas alemanes que visitaron España en 1977, los departamentos paralelos de la República Federal registran tan sólo 2.225.000. Las oficinas españolas de turismo en la RFA han explicado que, a efectos de contabilidad, las autoridades españolas incluyen entre los turistas, por ejemplo, a quienes se trasladan a España para asistir a un congreso o cruzan la frontera un día para hacer compras. Esta grandilocuencia de cifras en cuanto al número de visitantes tiene una manifestación aún más incomprensible en el capítulo de ingreso por divisas.Según informaciones oficiales, los ciudadanos del tercer país que más visitantes envía a España (según estadísticas españolas, la RFA figura en tercer lugar a estos efectos, detrás de Francia -más de diez millones y medio de turistas-, y Portugal, con algo más de seis), gastan durante sus vacaciones mucho menos de lo que se imagina, ya que lo llevan todo resuelto y prácticamente pagado desde antes de abandonar su país.

La RFA, país de «economía libre», no tolera intromisiones Fiscales cuando se trata de operaciones con el exterior. Por esta razón, los touroperadores más importantes de la RFA (NUR y TUI, que facturaron entre los dos 1.060.000 turistas a España) se pueden permitir silenciar detalles fundamentales para la valoración del fenómeno turístico, como modalidades de pago a los hoteles, instalaciones de su propiedad en España y convenios no establecidos en contrato con la parte española.

Estos detalles son desconocidos para las oficinas de turismo oficiales establecidas en la RFA y para el Banco de España en Francfort, aunque todos estos organismos coinciden en calcular que los pagos de los touroperadores se realizan, en un 90%, a través de institutos de crédito, y en que no es fácil identificarlas propiedades hoteleras de los grandes trust turísticos alemanes. NUR y TUI, que facturan casi la mitad de la cifra total de turistas alemanes a España, han anticipado ya sus previsiones para 1978: la primera compañía confía en incrementar en un 10% sus operaciones con España, mientras que Tul se limita a prever un incremento del 3%. Para TUI, sus posibilidades han llegado al tope máximo, tras el récord de 640.000 alemanes canalizados hacia España en 1977.

NUR, que orienta hacia España el 50% del total de viajeros que reclaman sus servicios, aspira a convertirse en el primer tour-operador de la RFA tras la reciente absorción de otro de los grandes del ramo: la agencia GUT. Las perspectivas que reflejan las agencias de sondeos son muy prometedoras con vistas a la temporada de este año, a pesar de que medio millón de alemanes, por razones económicas, hayan renunciado de antemano a tomar sus vacaciones. Así y todo, según la agencia Globus, más de la mitad de los veinticuatro millones de alemanes mayores de quince años se proponen no renunciar a sus vacaciones. El 80% de los trece millones y pico que no prescindirán de esta costumbre, optarán por un país extranjero. De los casi 10,5 millones que abandonarán temporalmente la RFA, algo más del 21% tendrán como destino algún punto de España.

Las previsiones pueden verse rotas porque tres países, hasta ahora con gran atractivo, están en franco declive para las agencias turísticas alemanas: Marruecos, Suráfrica y Rumania. En todo caso parece que también en 1978 va a confirmarse una regla vigente en 1977: por lo menos el 40,2% de los viajeros alemanes visitará España previa visita a una agencia dé viajes.

Hasta la mesa puesta

Quien haya hecho turismo con un grupo alemán sabe que para este país la regla de oro es el ahorro a ultranza. El ahorro y que todo esté resuelto para evitar roces con los naturales del país de destino. Por ello no esde extrañar que el 50% de los viajeros que cierran un contrato con TUI paguen de antemano no sólo el vuelo y la habitación, sino también todas las comidas. Un 30% abonará solamente una, un 15% el desayuno, y sólo un 5% preferirá conocer por su cuenta la cocina del país elegido para sus vacaciones. NUR refleja índices parecidos. Esto quiere decir que prácticamente la mitad de los turistas alemanes que visitaron nuestro país en 1977 apenas dejó un duro en España durante su estancia de quince días, por término medio. Esta operación quedaría encomendada al cumplimiento de los contratos entre tour operadores alemanes y hoteleros españoles o sociedades hoteleras mixtas u hoteleros alemanes.Con todo, este «turismo sedentario», a tiro filio, puede convertirse en 1978 en francamente derrochador, si se tiene en cuenta que la temporada que se inaugura ofrecerá especiales novedades: la legalización del juego y la consiguiente renovación de casinos, la última devaluación de la peseta (la peseta ha perdido un 49% de su valor respecto del marco desde primeros de 1972), y el nudismo. En la RFA hay registrados 600.000 nudistas que no renunciar.ían jamás a su costumbre, ejercitable ahora también en las playas españolas.

Por otra parte, los touroperadores más importantes de este país ya reconocieron como aceptable la elevación de los precios hoteleros en España, alrededor del 35%, sencillamente porque en septiembre los incrementaron ellos en un 10%, adelantándose a la medida. Si el turista desea considerarse autónomo y comprar por su cuenta los comestibles, ya sabe que la cesta de la compra que en la RFA supone cien marcos, en España le resulta aún a sólo 84. A estos efectos Espana ocupa el lugar quinto entre los turísticos europeos, aunque el marco todavía da más de sí en Italia, país situado en el puesto nueve entre los caros.

Los austeros individualistas

Si el turismo de agencia resulta ahorrativo y deja, en principio, la mayoría de los beneficios en las sombras, otro tanto ocurre con el turismo incilvidual. Casi el 60% de los turistas alemanes, y este año quizá más, visitará España sin pasar prevíamente por un touroperador. El Automóvil Club de Alemania (ADAC), es menos optimista y se queda en el 31%. El cálculo anterior procede de oficinas de turismo españolas y refleja un informe del correspondiente organismo alernán. Dado que el cálculo del pasado año realizado por ADAC se cumplió casi fielmente, puede anticiparse que en 1978 se trasladarán a España en coche privado unos 780.000 alemanes.Según el Camping Club de Alemania (DCC), más del 80% de los turistas alemanes que visitarán España por sus propios medios, optará por pasar la noche al aire libre, en tiendas, roulotte o furgonetas-caravana.

Según el mismo organismo, la RFA cuenta con diez millones de campistas. Dados los precios medios vigentes por el uso de estas instalaciones (cien pesetas por persona y día, 65 por cada niño, cien por tiejida, 110 por roulotte y 170 por caravana de motor), tampoco cabe clasificar esta modalidad de turismo como «gallina de los huevos de oro» a efectos de divisas.

Efecto negativo de la evasión de capitales españoles

El pasado año, viajes NUR facturó por encima de los cuatrocientos millones de marcos solamente en turismo hacia España. Dado que TUI desarrolló un total de operaciones (por encima del medio millón de turistas, unos 100.000 más que NUR), muy superior al de la competencia, puede calcularse en unos quinientos millones el volumen total de dinero ingresado por el primer touroperador alemán durante 1977 sólo en relación con España.Según la sección de alojamientos hoteleros, del Ministerio español de Comercio, las transacciones entre los touroperadores y los hoteleros no están sometidas a control estatal alguno, entre otras razones porque ambas partes evitan esta intervención. Esto ha significado que, durante los dos años anteriores, apenas si se ha producido un ingreso de divisas real. Los grandes consorcios turísticos alemanes pagaron casi sin excepcion con «pesetas evadidas». En ocasiones no se llegó ni tan siquiera a esto, puesto que algunos, o numerosos hoteleros españoles, establecieron con los operadores alemanes un acuerdo por el que éstos deberían ingresar a los primeros una cantidad del total adeudado por servicios prestados, en cuentas abiertas en Suiza. De todo ello, se desprende que la contabilidad relativa a los beneficios reales que comporta el turismo alemán hacia España es más que dudosa, debido al descontrol estatal en la materia. Nadie puede negar que España es para los alemanes una opción obligada al planificar sus vacaciones. Pero airear cifras astronómicas con objetivos políticos no parece responder a la realidad. El «marco fuerte» no es tan generoso como parece reflejarse en las estadísticas.

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