Finaliza la séptima ronda de negociaciones España- EFTA

En un ambiente de optimismo que «supera estados de ánimo de reuniones anteriores», según el propio Erik Nettel, embajador de Austria ante la Asociación Europea de Libre Cambio (EFTA), finalizó ayer el séptimo período de negociaciones entre España y la EFTA, destinado a llegar a un acuerdo multilateral progresivo de desarme arancelario para los productos industrial izados, y un acuerdo bilateral entre España y cada uno de los países de la EFTA, para los productos agrícolas.

Nettel, que encabeza el grupo de la EFTA, declaró ayer en conferencia de prensa que uno de los cuatro problemas pendientes, el de las reglas de concurrencia, se encontraba prácticamente superado. En cuanto a los otros tres, habló de «aproximaciones de criterios» en textos provisionales que deberán ir en consulta a los Gobiernos y que serán sometidos a nuevo examen, con sus modificaciones, en la próxima reunión que se realizará en la segunda quincena del mes de septiembre.Tanto el embajador Nettel, como Miguel Ángel Aldasoro, director general de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, coincidieron en señalar que en el período de negociaciones, que duró tres días y que terminó ayer, se había entrado en el examen hasta de los más ínfimos detalles, afirmando también que en el área de las negociaciones bilaterales agrícolas de España con cada uno de los siete países de la EFTA se habían «logrado progresos notorios».

Para la prensa internacional que ha venido siguiendo estas negociaciones, desde que se iniciaron hace más de un año, quedó la sensación que en este séptimo período «hubo que reiniciarlo todo», y aunque sus notas periodísticas no fueron contagiadas por el optimismo que demostraron, por lo menos hacia el exterior las partes negociadoras, se dijo en términos generales que por primera vez los Gobiernos de España, y los de la EFTA podrán pronunciarse sobre proyectos y proposiciones concretas.

Miguel Angel Aldasoro, que debió escuchar, en presencia de la prensa, la queja protocolar del embajador Nettel, en relación al pesimismo que reinó en el pasado en la EFTA, sobre estas negociaciones, llegado su turno, sostuvo, sin que ningún periodista lo interrogara al respecto, que «no puedo hacer comentarios sobre el pasado porque es la primera vez que vengo a Ginebra a reunirme con la EFTA».

Finalmente, y según los observadores, la delegación gubernamental española llegó a esta séptima ronda con posiciones mucho más definidas, aunque estos mismos estiman que el octavo período a realizarse en septiembre podrá tener un carácter decisivo, aunque no estará exento de los peligros de un nuevo fracaso que prolongue indefinidamente estas negociaciones.