Washington y Moscú intercambian espías en sus respectivas embajadas
Con la puesta en libertad condicional de dos espías soviéticos detenidos en Norteamérica y de un comerciante norteamericano arrestado en Moscú, Estados Unidos y la Unión Soviética eliminaron ayer una fuente de tensión que facilitará el diálogo entre las dos superpotencias.
El acuerdo, que se negoció al más alto nivel diplomático, permitió que los funcionarios soviéticos queden bajo la custodia de la embajada soviética en Washington a la espera de juicio.En Moscú, la embajada norteamericana se hizo cargo del comerciante Jay Crawford, detenido por supuesto tráfico de divisas, mientras los tribunales soviéticos preparan el juicio.
Los dos ciudadanos soviéticos, Vapaik Alexsandrovich Enger y Rudolf Petrovich Chernyazev funcionarios de Naciones Unidas, fueron detenidos el pasado 20 de mayo en el estado de New Jersey cuando se disponían a recoger planos secretos de la marina norteamericana.
Un tercer ciudadano soviético fue detenido en la misma operación, pero se le permitió regresar a la Unión Soviética, ya que gozaba de inmunidad diplomática como miembro de la misión soviética ante las Naciones Unidas.
El comerciante norteamericano, representante en Moscú de una empresa exportadora de cereales, fue detenido el pasado 12 de junio bajo la acusación de traficar con divisas.
El mismo día que el comerciante norteamericano fue detenido, la prensa soviética reveló que el pasado mes de julio una funcionaria de la embajada norteamericana en Moscú había sido arrestada por espionaje y se le había permitido abandonar la Unión Soviética por gozar de inmunidad diplomática.
Esta «guerra de espías» entre la Unión Soviética y Estados Unidos fue interpretada como un nuevo paso en la escalada de tensión entre las dos superpotencias. Sin embargo, tanto uno como otro parecen dispuestos a eliminar las fuentes de tensión que pongan en peligro la coexistencia.
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