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Entrevista:Marruecos: punto de partida / y 5

Osman, primer ministro marroquí, relaciona Ceuta y Melilla con Gibraltar

En la entrevista, el primer ministro marroquí expone los temas que son grandes preocupaciones para su Gobierno: la difícil situación económica, que ha obligado a posponer el segundo plan quinquenal, y el deseo de la Administración de negociar una tregua social en esta crítica etapa, que garantice la estabilidad laboral. El Sahara y Ceuta y Melilla, cuyo contencioso los marroquíes relacionan con el de Gibraltar, cierran este panorama general que ha ofrecido EL PAIS sobre Ma rruecos.Pregunta. Señor Osman, usted recibe mañana a su homólogo español, que, a la vez, es jefe de una formación política parecida a la de los independientes inarroquíes. ¿Piensa este movimiento transformarse en partido político?

Respuesta. Los diputados que pertenecen al grupo de los independientes organizaron un coloquio en marzo pasado, tras la primera sesión parlamentaria. En ese coloquio se formularon recomendaciones de carácter organizativo, político, económico, cultural y social. Sobre ellas se ha elaborado una estrategia de los independientes, ya estén en el Parlamento, en las, asambleas de elegidos o en el cuerpo electoral. Con su amplia base popular, 12.000 elegidos locales y 140 diputados, los independientes han decidido estructurarse y constituirse en «Convergencia». Nuestro congreso constitutivo está previsto en principio para el mes de septiembre, en vísperas del próximo período parlamentario.

P. ¿Cuál es la ideología de los independientes?

R. Pienso que este congreso constitutivo coronará el largo proceso de maduración de la nueva fe política nacida con la marcha verde y, a la vez que es una apertura amplia hacia el futuro, hacia el siglo XXI, se niega a alienarse con ninguna ideología importada y se considera íntimamente apegado a las realidades originales de Marruecos. Es una fuerza que está en condiciones de llenar ese vacío político en donde han estado hasta ahora amplios sectores de nuestra sociedad, ya sean intelectuales, obreros o campesinos, mientras que sentíamos en el ciudadano marroquí más que una disponibilidad, un deseo de movilización, un verdadero fervor cuya canalización y orientación en interés general constituirá un potencial enorme para el desarrollo del país.

P. ¿Se convertirán, pues, en partido de Gobierno, como UCD?

R. Usted ha evocado acertadamente a la UCD española. Existen, efectivamente, similitudes entre el movimiento de los independientes y el gran partido español, que, por su parte, ha representado una respuesta a la expectativa y deseos de la sociedad española, que aspiraba a un cambio dentro de la moderación y la seriedad para reequilibrar la vida política española.

Semejanza con UCD

La coloración ideológica de los independientes es también bastante próxima a la Unión de Centro Democrático del señor Adolfo Suárez: primacía del hombre, apego a su libertad y dignidad, y defensa de la democracia en el marco de un pluralismo responsable y un liberalismo controlado. Esos principios están en consonancia con nuestra Constitución y apelan a la conciencia de todos a la construcción de una sociedad nueva.

P. Pero de las próximas elecciones españolas puede resultar un Gobierno socialista o con participación socialista. ¿En qué medida influiría eso en las relaciones hispano- marroquíes?

R. Yo pienso que toda fuerza política es una especie de organismo vivo que debe evolucionar, transformarse y renovar sus opciones cada vez que sea necesario para adaptarse a las realidades cambiantes del entorno. El inmovilismo sería fatal. Tomemos, para mañtenernos en el contexto de su país, el ejemplo del Partido Comunista español. Al redescubrir España la democracia, toda la plataforma del juego político cambia y el PCE se ve obligado a renovarse. Ya no es, pues, un, partido marxista-leninista, sino marxista y democrático. Y ese cambio de apelación es importante, puesto que encierra una evolución real de opciones y orientaciones. El Partido Socialista ha conocido una trayectoria similar en la España posfranquista: el PSOE se ha fusionado con el PSP con objeto de consagrar el encuentro entre intelectuales y obreros. Con respecto a la actitud de los socialistas españoles hacia Marruecos, creo que ésta se ha visto hipotecada sobre todo por la actitud de éstos hacia Argelia. Yo pienso, sin embargo, que después del viaje del PSOE a Argelia y Mauritania, y después del asunto Cubillo, éstos han debido darse cuenta de que los gobernantes argelinos no son sinceios. El proverbio dice que se puede engañar a algunas persenas durante al-, ún tiempo, pero no a todos todo el tiempo. Ese es el caso actual de Argelia. El Gobierno argelino lleva a cabo desde hace varios años una amplia campana de intoxicación pública internacional para dotarse de una imagen de país socialista revolucionario, líder del Tercer Mundo y defensor de los pueblos oprimidos. Su maquinaria propagandística ha lg o rado engañar a numerosos paises y organizaciones. Pero los socialistas españoles han concluido por comprender, a su vez, las diferencias que existen entre las declaraciones y los hechos de los gobernantes de Argel. Pienso que una eventual participación de los socialistas en el Gobierno les permitirá palpar físicamente esta amarga verdad.

La experiencia del Gobierno sería beneficiosa para el PSOE

En lo que concierne al conjunto de las relaciones hispano-marroquíes, en el caso de un Gobierno socialista, o de participación socialista en Madrid, pienso que la historia de Marruecos y España, su vecindad, sus lazos socio-culturales, sus intereses económicos comunes y también las relaciones entre sus respectivos soberanos constituyen un conjunto de factores que llevan a nuestros dos Gobiernos a obrar sin descanso para estrechar cada vez más nuestras relaciones. Estas son una cuestión de patriotismo y de sentido de la responsabilidad, y a los socialistas, como a todo el pueblo español, no les falta. Por otra parte, la presencia a la cabeza del Gobierno español de un hombre corno el señor Suárez, cuya accion ilustra la apertura democrática, rios permite ser optimistas y mirar con serenidad hacia el futuro de las relaciones entre nuestros dos países.

P. En el conlexto geopolítico atlántico y mediterráneo en que se encuentran Marruecos, Argelia, España y Francia, deben tener responsabilidades compartidas en el mantenimiento de la estabilidad reaional. ¿Cómo y en qué condiciones cree Marruecos posible una cooperación diplomática, política y militar.de esos cuátro países?

R. Su pregunta es muy interesante, pero requiere una precisión previa. Si usted se refiere a países con fachadas atlánticas y mediterráneas, los linicos en este caso son Marruecos, España y Francia. Argelia no tiene fachada atlántica, aunque uno de los objetivos buscados por el Gobierno de Argel en su injerencia en lo que se ha llamado «asunto del Sahara» sea precisamente la obtención de esa fachada a través de un micro Estado vasallo y fantoche. Una vez dicho esto, no cabe duda de que las dos subregiones que constituyen por una parte el Noreste africano, es decir, los países del Maghreb desde Túnez a Mauritania, y por otra parte el Sureste europeo, es decir, España, Portugal y, Francia, constituven un conjunto geopolítico que puede representar una fuerza considerable tanto sobre el plano estratégico, como socio-cultural, y en el terreno de los intercambios y la cooperación económica. Un objetivo tan importante exige, naturalmente, la solución previa de todos los contenciosos, ya sean horizontales o verticales.

P. ¿En qué condiciones se pueden solucionar estos globalmente? ¿Cómo se pueden tener en cuenta los derechos soberanos de los países y al mismo tiempo los temores que albergan unos hacia los otros, especialmente en el caso del Sahara, Canarias, Ceuta y Melilla?

R. Sucede que el país cuyo «contencioso» está más cargado es Argelia: diferencias con Marruecos y Mauritanla sobre la descolonización del Sahara, diferencias con España sobre la misma cuestión y sobre la españolidad de las Canarias, diferencias con Francia sobre orientaciones de nolítica exterior.

Ceuta y Melilla, solución paralela a la de Gibraltar

Sólo podemos decir que mientras Argelia persista enjugar el papel de aguafiestas, en crear y armar bandas subversivas, como el Polisario y el MPAlAC, para lanzarlas contra sus vecinos, sus aliados naturales, este vasto conglomerado de amistad, de solidaridad y cooperación a que aspiramos no podrá constituirse de una manera global. Eso, sin embargo, no debe impedir a las partes desarrollar sus relaciones a nivel bilateral y luego a nivel multilateral. Pienso que particularmente Marruecos y España deben dar ejemplo en ese marco. El problema de los presidios que usted ha evocado, debe encontrar solución en la comprensión y la buena voluntad, manteniendo siempre a la vista el problema similar y paralelo de Gibraltar.

P. En un reciente discurso el rey Hassan II ha planteado claramente las dificultades que tiene hoy Marruecos y ha preconizado un plan trienal para solucionarlas. ¿Cuál es exactamente la situación?

R. Durante el quinquenio 1973-1977, Marruecos ha conocido una expansión poco común en el plano de la Inversión, equipamiento y producción. No podemos continuar esta política de beneficios incuestionables a largo plazo sin correr el riesgo de caer en una dependencia del exterior. Por eso, SM el Rey ha preconizado una pausa. un receso para desplegar una nueva estrategia de desarrollo en la cual todas las fuerzas vivas de la nación serán llamadas a participar. Esta pausa se extiende por el trienio 1978-1980 y corresponde a un plan de transición, verdadero trampolín para el plan quinquenal que le sucederá y que tendrá ya en cuenta las perspectivas del Marruecos del año 2000.

Por una tregua social

El objetivo principal de ese plan provisional es el mantenimiento y consolidación de nuestra independencia económica. Esto se hará promocionando el capital nacional en moneda local y mediante el desarrollo de nuestros haberes en divisas fuertes. En relación con ello están una serie de medidas que constituyen una verdadera estrategia económica y Financiera para preparar el futuro quinquenio 1981-1985: la austeridad presupuestaria, el estímulo al ahorro interior, y la concienciación del pueblo de que es necesario cambiar hábitos de despilfarro y gastos ostentosos nos permitirán alcanzar el primer objetivo, mientras que la comprensión de las importaciones y la promoción de las exportaciones, la repatriación de los ingresos de los emigrantes y la dinamización del turismo, nos permitirán reconstituir y desarrollar nuestros haberes en divisas.

P. ¿De qué manera participarán en esta reflexión el Parlamento o las organizaciones populares?

R. Todas las partes interesadas en la elaboración de la planificación participarán en esta reflexión. Es decir el Gobierno, el Parlamento, así como las organizaciones, las asambleas de elegidos, las profesiones, los gremios, que están representados en el consejo superior del plan y de la promoción nacional. No se trata de una tarea que concierna solamente a la Administración, sino de una obra que debe preocupar a todos. Por mi parte, estoy convencido de que los organismos populares, ya sean políticos o profesionales, asambleas locales o nacionales, lo han comprendido así y actuarán en consecuencia. Nuestros problemas, como ha subrayado SM, son coyunturales y debemos actuar para evitar que se conviertan en estructurales. Resulta evidente pues, que en este período de reflexión se requiere la movilización de todos, de la misma manera que esa movilización necesita a su vez una tregua social.

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