La visista del presidente Giscard, bajo signo de la cooperación europea
El presidente de la República francesa, Valery Giscard d'Estaing, viajará a España oficialmente el próximo miércoles, día 28. Llegará acompañado al aeropuerto madrileño de Barajas por el ministro de Defensa, Yvon Bourges; el de Industria, André Giraud; el de Agricultura, Pierre Mehaignerie; el de Cultura yComunicación, Jean Philippe Lecat, y el de Asuntos Exteriores, Louis de Guiringaud. Estos cinco ministros, integrantes de la delegación de dieciséis personas que acompañarán al presidente, caracterizan el «viaje de negocios» que sería sustancialmente este desplazamiento.
«Las relaciones comerciales franco-españolas son antiguas y se sitúan a un nivel elevado. Pero, desde hace tres años, nuestros intercambios se desarrollan con ventaja para España, de la que Francia es el primer cliente y sólo el cuarto proveedor.»Esta advertencia que reza en la presentación que hizo ayer a la prensa el portavoz del palacio del Elíseo, Pierre Hunt, ilustra la preocupación mayor de los franceses en el momento en que el presidente realiza su primera visita oficial a la España posfranquista. A lo largo de 1977 las importaciones galas crecieron al ritmo del 30%, mientras sus exportaciones hacia España sólo alcanzaron la cota del 20%. Todos los esfuerzos de los franceses en el plano político como en el industrial y comercial están encaminados a corregir este desnivel que se manifiesta por primera vez en la historia.
De los intercambios hispanofranceses, la venta de aviones Mirage, la de tecnología de punta relacionada principalmente con las centrales nucleares, la del sistema de color francés Secam, de TV, condicionarían de manera sensible la solución de otros problemas pendientes, en particular la actitud francesa frente al contencioso España-Mercado Común.
Tanto las fuentes francesas como las españolas, tras las últimas y recientes visitas de varios ministros españoles a sus colegas franceses, no ocultan que «existe en el momento actual una docena de dossiers, aproximadamente, quel serán objeto de un tratamiento minucioso y no fácil».
El presidente de la República irá a España acompañado por su esposa que, por su lado, desarrollará un programa particular de visitas y actos sociales al lado de la reina Sofía y de la esposa del presidente del Gobierno, Adolfo Suárez. Precediendo al jefe del Estado francés, llegarán a Madrid 86 periodistas, galos y extranjeros, todos procedentes de París, para cubrir la visita.
Objetivos del viaje
Ayer, el portavoz del Eliseo, señor Hunt, significó ante la prensa el viaje presidencial: primero, testimoniarle al pueblo español la estima y amistad del pueblo francés. Segundo, iniciar una etapa histórica de las relaciones entre Francia y España, dos países al mismo tiempo atlánticos y mediterráneos. Y, en tercer lugar, el viaje del señor Giscard debiera significar una prueba del valor que le concede Francia «a la aportación esencial que debe ser España para la construcción europea». En este último sentido, a pesar de las reiteradas y rotundas declaraciones de gauilistas y comunistas (el 48% del electorado francés) contra la entrada de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), se ha especulado estos últimos días sobre la eventualidad de una declaración espectacular del presidente en favor de la adhesión española.
Sobre el mismo particular, el portavoz del señor Giscard subrayó ayer que «son necesarios ajustes de los reglamentos agrícolas comunitarios» para abordar el nroblema español. « Por lo que se refiere a la cooperación industrial y cómercial, dijo, se carearán los problemas pendientes, pero no puedo precisar más.» Y de la cuestión del sistema de color Secam avanzó que «es un tema que se está tratando». Resaltó igualmente que no habrá orden del día y que «no debe esperarse una negociación en Madrid, sino una evaluación de los problemas bilaterales».
Todo lo expuesto abundaría en lo ya antedicho: el «viaje de negocios» del señor Giscard confrontará dos posiciones que, superados los problemas políticos que planteaba el franquismo, debieran dar lugar a una puja apretada entre los responsables y expertos de ambos pueblos.
El presidente y su señora permanecerán en Madrid hasta el viernes por la tarde a las cinco de la tarde. Una hora antes el presidente francés ofrecerá una conferencia de prensa para, acto seguido, viajar a Santiago de Compostela, que con El Ferrol constituirán los dos puntos de referencia de su estancia esencialmente turística en Galicia. El sábado a última hora de la tarde regresará desde Santiago a París.
Durante su estancia en España, el presidente francés tiene previstas varias conversaciones en privado con el rey Juan Carlos y una entrevista y comida con el presidente Suárez y miembros del Gobierno.
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