Los nuevos sueldos en la justicia
Los funcionarios de la Administración de Justicia han empezado a cobrar este mes -ialbricias!- los nuevos sueldos regulados por el real decreto del pasado mes de marzo. A la hora de cobrar, he aquí lo que ha significado la mejora de ingresos para las distintas categorías de los funcionarios de Juzgados de Distrito, excepto el juez: agentes, auxiliares y oficiales habilitados, 4.000,6.000 y 9.000 pesetas, respectivamente, con el 22 % aproximado de aumento sobre los sueldos que cobraban el 31-12-77. El secretario ha mejorado en unas 7.000 pesetas equivalentes al 10 % del sueldo que cobraba anteriormente. En cambio al fiscal, le han subido, de golpe y porrazo, 2 1.000. 0 sea ¡un aumento del 33 % del sueldo anterior!La diferencia de trato por parte de la Administración respecto a las dos últimas categorías de funcionarios -ambos con la misma exigencia de título universitario, ambos ingresados por oposición y con una dedicación infinitamente superior del secretariado- es de tal bulto que clama al cielo. ¿Es justo que un fiscal de distrito, con once trienios, haya aumentado sus ingresos este mes con 2 1.000 pesetas, mientras el secretario del mismo juzgado, de la antigua primera categoría, con catorce trienios y con sueldos más o menos igual que el del fiscal en diciembre del pasado año, sólo haya mejorado en 7.000 ... ? ¿Es justo que cuando el Gobierno anunciaba que las subidas se harían en ordén inverso a las distintas categorías de funcionarios, se hayan autorizado aumentos tan elevados en su cuantía, como los sueldos de los funcionarios más modestos ... ? ¿Es justo que al secretario se le asigne una subida del 10 %, inferior, incluso, al 17 considerada como mejora mínima por el Gobierno, y que cabía suponer que se aplicara a los sueldos de los cargos más altos de la Magistratura...? ¿Es justa la discriminación sistemática del secretariado en cuantas reformas económicas se vienen haciendo...? No se trata de que el secretario gane tanto como el juez, sino de que al repartir gratificaciones se haga con espíritu de justicia. ¿Cómo esperar que ésta brille en la casa ajena si no empezamos a limpiar la nuestra de todo aquello que la pueda empañar?
