"El poder de informar está en manos de los periodistas"
Jean Louis Servan-Schreiber, presidente del grupo periodístico L'Expansión, revista de economía francesa fundada por él en 1967; 41 años, hermano de Jean Jacques Servan-Schreiber (fundador y director de L'Express, diputado y presidente del consejo regional de Lorena), es un estudioso y especialista en medios de comunicación y en economía aplicada a las empresasde prensa, temas sobre los que ha escrito libros como El poder de informar (1972) y La empresa con rostro humano (1974). Precisamente para dar una conferencia en Euroforum sobre el primer tema, concretamente sobre El futuro de la información, ha venido a Madrid, donde ha conversado para EL PAIS con José F. Beaumont.
Pregunta. ¿Puede afirmarse que la sociedad occidental ha iniciado el futuro de la información? Si es,así, ¿cuáles son las claves de interpretación de esta nueva información?Respuesta. El mayor indicador de que se haya iniciado una nueva era en la información lo encontramos, a mi juicio, en la década de los años sesenta, con la penetración masiva y definitiva de los aparatos de televisión en la civilización occidental. Esto ha supuesto el mayor cambio tecnológico real y aplicado a la sociedad de masas quizá de todos los tiempos. Este cambio ha de tardar todavía mucho tiempo en ser superado por otro más espectacular. La revolución tecnológica en materia de comunicación ya se ha dado en la televisión y en las enormes posibilidades que ofrece (televisión por cable, video, periódico televisivo ... ).No creo que sea un error examinar el futuro de la información a la sombra de la tecnología, pero pienso que también es necesario, a la hora de interpretar las nuevas o las tradicionales claves, abordar la información a través de su contenido. Actualmente se recargan las tintas en el medio de transmisión-satélite, terminales electrónicas automatizadas..., y se olvida que lo que importa es el contenido y la calidad de lenguaje y de estilo. Este problema se hace patente sobre todo en la prensa escrita: la mayor parte de los periódicos actuales se editan no para informar, sino para distraer, y es un hecho que cada vez existen menos periódicos de calidad, que son los propiamente Informativos. La información del futuro sólo puede construirse sobre la calidad de los profesionales y de los periódicos y del profesionalismo y la honestidad de los periodistas.
P. ¿Hasta qué punto es real la amenaza que se cierne sobre los hombres y estructuras de la prensa escrita como consecuencia de las propias innovaciones tecnológicas y del superdesarrollo de la radio y televisión?
R. La prensa escrita ha pasado la mayor prueba a partir de la revolución de la televisión, como ya he dicho. Eso le ha obligado a reconvertirse constantemente. Por otra parte las Innovaciones tecnológicas en el seno de la propia prensa escrita (composición simultánea y automatizada) podrán hacer desaparecer a los linotipistas, cajistas o impresores, pero no terminarán con el periodista. Este, no obstante, se quedará con unas funciones más elitistas y tenderá -a hacer una prensa de gran calidad y por supuesto especializada. La prensa escrita no perderá tampoco su papel testimonial y crítico de los poderes públicos e incluso de cómo esos poderes utilizan los dos grandes medios: radio y televisión. Continuará siendo catalizadora de la democracia. La forma más segura de comprobar la naturaleza democrática de una nación no es acudir a su constitución, ni a los poderes electorales, sino el grado -de libertad de prensa que exista. En la cultura democrática la libertad de prensa es el mejor reflejo de la sanidad de¡ sistema y el barómetro más sensible de la libertad que existe dentro de la propia democracia.
Independencia informativa
P.¿De qué manera puede defenderse la prensa contra las apetencias de los grupos de presión, ya no sólo de los estatales gubernamentales, sino también de los económicos o ideológicos que tienden en definitiva a acaparar el poder de la información?
R. Parece que hasta ahora la forma más eficaz de defensa de la prensa contra este tipo de poderes, es la independencia informativa personificada en la redacción. Pero no hay que- olvidar que la independencia informativa sólo es posible en base a la independencia económica de la empresa y a su buena marcha financiera. En periódicos de calidad, y a pesar de su estructura capitalista en sentido clásico, como son el New York Times o el Washington Post, con una economía saneada, los redactores han podido conseguir el grado de independencia más elevado que se conoce, hasta el punto que estos periódicos han perdido el control redaccional y los periodistas se han constituido en auténticos grupos internos de presión. Presionan por la independencia. En aquellos países, se entiende occidentales, en los que la prensa no marcha bien económicamente, la independencia de los periodistas es Imposible.
P. ¿Qué quiere decir usted cuando afirma que los periodistas se han constituido en auténticos grupos de presión?
R. Quiero decir exactamente que el poder de informar, en una sociedad democrática, ya no está. en manos del Estado, ni en manos de grupos económicos o ideológicos, sino sencillamente en el extremo de la pluma o de la máquina de escribir del periodismo. El poder del periodista es de tal calibre que hace temblar incluso el poder establecido. Ahora bien, esto plantea un grave problema de responsabilidad en el informador como factor fundamental en la continuación, corrección o destrucción de la democracia. A mi modo de ver es necesario que el periodista de un sistema democrático comparta una especie de ética de la transsionalismo» que se concrete en una especie de ética de la transmisión honesta de los hechos y en el rigor y la calidad empleados en el tratamiento informativo de las noticias.
P. ¿Cómo ve usted el actual panorama informativo español?
R. No conozco directamente la actual situación, pero en base a referencias indirectas creo que la información en España está atravesando un período de ajuste a las nuevas exigencias de calidad, de libertad y de defensa de la democracia. Parece que el panorama se va clarificando y se están distribuyendo las cartas informativas. De cualquier manera el afianzamiento de un tipo de prensa de calidad es ya muy positivo.
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