Los grandes partidos italianos guardan reserva sobre sus candidatos a la presidencia

Esta semana será decisiva en la batalla por la designación del candidato a la presidencia de la República. Hoy se reunirá la dirección de la Democracia Cristiana (DC), el partido de mayoría relativa. Los comunistas convocarán la dirección a la vuelta del Berlinguer de Yugoslavia, probablemente pasado mañana.

Pero cada día que pasase presenta más dificil la sustitución del dimitido Giovanni Leone. Democristianos y comunistas son por ahora muy prudentes. La DC está segura con Zaccagnini, de poseer un candidato indiscutible si le pudiera interesar, aunque ya Bodrato, la mano derecha del lider democristiano, afirmó ayer que es «dificilcilísimo que la DC renuncie a Zaccagnini en el momento en el cual acaba de recoger la herencia de Aldo Moro». Los comunistas, que desearían a Zaccagnini temen que en el último momento la DC, para ahorrarse el líder número uno del partido, presente a Andreotti o a un hombre «nuevo», como sucedió con el ministro del Interior. Por eso Berlinguer, en sus discursos de estos días, insistió en que lo importante es que se trate de una persona que «recoja el mayor consenso de todos los partidos democráticos», y recordó que en 1971 los comunistas votaron contra Leone.

El articulista Italo Calvino escribía ayer que el nuevo presidente deberá ser la expresión de «lo mejor y no de lo peor que existe en el país», y añadía, con su causticidad clásica, que no es necesario que se trate de un personaje «dramático», porque ya se sabe que Italia es un país de comedia y que, a pesar de todo. no se debe olvidar que «también en la comedia existen personajes que reflejan toda la seriedad de la vida».

Craxi advierte a DC y PCI

Pero si democristianos y comunistas son muy prudentes y la opinión pública pide un presidente que «rompa con la corrupción del pasado» y que sea elegido «en seguida» el más polémico de todos es Bettino Craxi, secretario general del Partido Socialista (PSI). Ayer, en un comicio en el Friuli, abarrotadísimo, tuvo frases muy duras contra la DC y el PCI: «Un futuro político en dos colores -dijo- no está escrito ni en El capital, de Marx, ni en la Biblia.» Recordó a Berlinguer y Zaccagnini que, si piensan ir hacia adelante «solos» pueden hacerlo, pero sin olvidar que el PSI goza, hoy, en Italia de «muy buena salud» y que no aceptará el papel de «comparsa». Pidió abiertamente para los socialistas la presidencia de la República y dijo que es absurdo que la DC, que ya tiene un Gobierno monocolor la presidencia del Gobierno y del Senado quiera también la jefatura del Es tado.Los republicanos, por su parte clausuraron el 33 congreso del partido aclamando a Ugo la Malfa como «presidente de la República».

Los socialdemócratas, los radicales, la nueva izquierda unida, y esta vez también los liberales, se han puesto de la parte socialista pidiendo un candidato «laico», a ser posible «no político». El candidato indicado es Norberto Bobbio, turinés, 69 años, jurista y filósofo, de tradición liberal y uno de los mayores teóricos del pensamiento marxista y del socialismo pluralista.

Parece ser que también los socialistas propondrían a Bobbio. Cuando ayer Craxi dijo, entre grandes aplausos, «los socialistas cuentan hoy en el campo de la cultura con hombres dignos de todo respeto por su experiencia, su honradez y su fidelidad absoluta a las instituciones», los presentes gritaron el nombre de Bobbio. Prácticamente, pues, cada partido presentará su candidato.