Divergencias entre dirigentes del PSC (Congrés)

Cuatro dirigentes del Partido Socialista de Cataluña (Congrés) (PSC-C) decidieron abandonar el partido el pasado domingo, después de que el consejo general -máximo órgano directivo- aprobara un documento que define las posiciones del partido sobre diversos aspectos de la situación política y sindical catalana. Asimismo, otros seis dirigentes presentaron su dimisión como miembros del consejo general. Durante la reunión que celebró dicho organismo volvieron a formularse renovadas críticas a la marcha de la Generalidad y a la actuación de su presidente.

Los dirigentes que abandonaron el partido son Juan Alamillo, Xavier Guitart, Josep Molsona y Josep María Irurtia. Todos ellos están enclavados en la llamada corriente ugetista, cuyos miembros acusan a la dirección del partido de burocratismo y socialdemocratización del mismo.Los ugetistas propugnan un mayor protagonismo de los socialistas en el desarrollo de la política sindical de la UGT, basando su análisis en que tras la fusión del PSC-C con el PSOE, y debido a la tradición histórica del sindicalismo catalán, será la UGT la que marcará la actuación del partido y no a la inversa.

Esta postura tiene su réplica en las concepciones de la línea frentista del partido, inspiradora del documento aprobado por el consejo general y que propugna la configuración de diversos frentes de lucha.

Fue precisamente la intervención de Dolores Torrent, de la corriente frentista, al presentar el citado documento, la que provocó la respuesta de los cuatro dirigentes en el sentido de abandonar el partido y de los seis consejeros restantes de presentar su dimisión del consejo general. Dolores Torrent tuvo palabras muy duras para con los ugetistas, a los que llamó, en palabras de uno de los consejeros dimitidos, «laboralistas burócratas».

El otro aspecto de la reunión del consejo general que adquiere relevancia en la actual situación política catalana son las críticas hacia la marcha de la Generalidad y la actuación del presidente Tarradellas. Durante la presentación del documento aprobado por el consejo se aludíó a la actitud presidencialista y personalista de Tarradellas, llamando la atención sobre la posibilidad de que el presidente de la Generalidad llegue a convertirse en un instrumento de UCD.

El documento aprobado contempla el mantenimiento por parte de los socialistas catalanes del gobierno de unidad catalana combinándolo con «la crítica y la denuncia de las insuficiencias y defectos que se han producido y agravado durante los últimos meses».