Ofensiva alemana en el Tercer Mundo
La República Federal de Alemania se propone emplear a fondo los seis meses de presidencia de la CEE que le corresponden a partir del primero de julio próximo para ofrecer al Tercer Mundo una imagen nueva que neutralice las acusaciones de neocolonialismo que los países en desarrollo suelen atribuir a Bonn.
Tras la conferencia de ministros de Asuntos Exteriores de la OCDE, los medios políticos de la RF de Alemania han interpretado como «un éxito contundente» de Bonn la aceptación, incluso por Gran Bretaña, del criterio antiproteccionista representado por la RF de Alemania en materia de intercambios comerciales. El expansionismo económico alemán, amparado en fórmulas antiproteccionistas, significará que, a partir del 15 de julio, las posiciones de los europeos res pecto de los problemas de desarro llo que se planteen en la cumbre de grandes países industriales contrastarán claramente con la de Estados Unidos. Para ello, según el ministro de Asuntos Exteriores Genscher, es imprescindible la integración del Tercer Mundo en la economía capitalista mediante un amplio programa de inversiones que, a su vez, se vea acompañado por una renuncia expresa de los países productores de materias primas a la aplicación de medidas proteccionistas.
Conferencia en Bremen
Previamente a la conferencia de la OCDE de París, destacados dirigentes políticos del Tercer Mundo y representantes de partidos progresistas, entre ellos el PSOE, celebraron en Bremen una conferencia sobre el Tercer Mundo y el expansionismo de la Comunidad Europea. La mayor parte de los cien delegados, casi todos científicos afiliados a partidos socialistas de países mediterráneos y de la RF de Alemania, calificaron de imperíalista y neocolonialista la expansión alemana en el Tercer Mundo, y reclamaron la elaboración de un estudio sobre la creciente dependencia de los países en desarrollo respecto de la Europa comunitaria. El representante de la socialdemocracia alemana, Uwe Holtz, presidente de la Comisión de Desarrollo del Parlamento, negó la atribución de neocolonialismo, pero apeló al tiempo al Gobierno federal y a los demás de la CEE para que celebrasen cuanto antes un congreso sobre relaciones entre la Comunidad y el área mediterránea. Para él, la petición de adhesión de Mozambique al acuerdo de LOME significa que este aspecto no es sólo un instrumento de expansión capitalista en el Tercer Mundo.
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