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Bronca a Kubala y aplausos a los jugadores

La selección española de fútbol llegó ayer, a las diez de la mañana, al aeropuerto de Barajas. El jumbo en que viajó desde Buenos Aires aterrizó puntualmente, a la hora prevista. Las primeras declaraciones de jugadores y seleccionador no tuvieron, en contra de lo esperado, nada de «explosivas». Pirri, que desde Buenos Aires había anunciado importantes revelaciones a su llegada a Madrid, se limitó a decir que tenía unas cuantas cosas anotadas en una agenda, pero que no sabía si las haría públicas o no. Kubala echó balones fuera en sus respuestas. Los demás seleccionados se limitaron a hablar de mala suerte y, si acaso, se quejaron de mala organización por parte de los responsables de la delegación española. Rubén Cano, argentino, se quedó en su tierra para pasar allí las vacaciones. Acudió a Barajas un pequeño número de aficionados -no llegaría a los cincuenta- que aplaudieron a los jugadores y dedicaron una fuerte bronca al seleccionador, cuya dimisión exigieron.

Pirri era el principal foco de atención por parte de los informadores desde el momento en que la selección puso pie en Barajas. Pirri había anunciado desde Buenos Aires explosivas declaraciones a su llegada a Madrid. Se suponía que iba a exponer quejas y acusaciones contra Kubala y, quizá también, contra los federativos. Sonia Bruno, su mujer, estaba en el aeropuerto esperándole, con los hijos. Pronto se vio rodeado de informadores y curiosos, pero las declaraciones explosivas quedaron en nada: «Yo no dije que fuera a hacer declaraciones explosivas. Simplemente, que tengo anotadas unas cuantas cosas que han pasado en la concentración. Las tengo anotadas en una agenda, pero aún no sé si las daré a conocer o no.» Respecto a sus relaciones con Kubala tampoco se muestra rotundo: «No hemos hablado mucho; yo sigo pensando que es un buen seleccionador, pero creo que se ha puesto algo nervioso durante el Mundial.» Se le preguntó por las primas que ha dejado de ganar: «Eso no me importa. Lo que me duele es que no hayamos quedado todo lo bien que queríamos.» Y sobre su futuro en la selección afirmó que para él ya había terminado: «No jugaré mas. Tengo 33 años y he jugado 41 partidos. Creo que es el momento de dejar paso a otros, y más si España quiere preparar un equipo nuevo con vistas al Mundial del 82, que se jugará aquí.»Por su parte, Kubala era el segundo personaje más solicitado. Sus respuestas estuvieron todas en la misma línea: «Los chicos se han portado fenomenalmente... No ha habido problemas en la concentración... No les ataquen; yo soy el único responsable... Faltó suerte en momentos decisivos... En el deporte hay que saber perder... No creo que Pirri esté enfadado conmigo, yo pongo a los que creo más convenientes, sin favoritismos... Todos los que han jugado han cumplido ... »

Cardeñosa tenía que responder una y mil veces a la pregunta sobre el gol fallado ante Brasil, y que le ha hecho pasar a la historia del folklore futbolístico: «No sé cómo me pasó eso. Me hubiera ido del campo en ese momento. Si tengo un cuchillo reviento el balón allí mismo.» Dani, titular en el primer partido ante Austria, autor de un gol aquel día, no volvió a jugar más. Se quejaba entre dientes: «No soy yo quien hace el equipo.» Rexach también salió como titular en aquel partido. Estaba jugando bien, pero Kubala le sustituyó; tras marcharse él del campo el equipo se vino abajo, y su cambio Fue muy comentado. El, sin embargo, es uno de los más tranquilos a la hora de enjuiciar todo esto: «Hombre, yo creo que estaba jugando bien, pero al ser parte interesada soy el menos indicado para juzgar eso. En los otros partidos la verdad es que no se jugó mal y los resultados no fueron tampoco malos. Creo que España, por su valor, debería haberse clasificado, porque el grupo nuestro ofrecía un nivel muy bajo. Otra cosa hubiera sido si caemos en el grupo de Italia, Argentina y Francia. Lo que más lamento es que hayamos quedado eliminados ante gente que no son gran cosa. Por lo que respecta al ambiente en la selección, creo que no es tan malo como, por lo que veo, se ha pensado en España. Ha habido fallos de prganización, sí; Ia derrota ante Austria sentó mal, y entonces las quejas suenan más alto. Pero no ha habido tantos problemas.»

Juanito era de los que más se quejaban de esos problemas: «Creo que todo ha estado presidido por algunos fallos; la concentración en Montevideo fue aburrida e Inútil, porque había malos campos para entrenarnos. En La Mariona hacía frío... Creo que todo esto ha perjudicado.» Estos argumentos estaban en boca de casi todos.

Tras recoger sus maletas, los jugadores se encaminaban hacia las puertas, donde un grupo de unos cuarenta o cincuenta aficionados -varios de ellos taxistas, que habían acudido a cargar al aeropuerto- les aplaudían según iban pasando, aunque sin mucho calor. Pirri recibió la ovación más fuerte.

Kubala retrasó lo más posible la salida. Había una pancarta contra él: «Kubala, dimite, tus fallos no se admiten». Su salida provocó una enorme bronca, insultos y acusaciones: «Sólo vas por la pasta, sinvergüenza.». El seleccionador aguantó el tipo lo mejor que pudo hasta que alcanzó el autocar en el que, junto con losiugadores que no viven en Madrid, iba a ser trasladado al hotel Alameda, en el que cada cual esperaría la hora de tomar el avión que le llevase a su ciudad. Tras marcharse Kubala, el grupo de aficionados se dispersó, no sin antes posar bajo la pancarta para los informadores gráficos. Kubala tiene contrato para seguir en el cargo dos temporadas más. Porta, presidente de la Federación -que se ha quedado en Argentina hasta el final del Campeonato-, se lo renovó antes del Mundial, en desafortunada y discutida decisión. El fracaso hace peligrar su puesto, pero parece que la Federación tiene el proyecto de cargar responsabilidades en hombres situados más abajo.

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