Caerán cabezas por la actuación de España en Argentina

La actuación del equipo español en el Campeonato del Mundo de Argentina seguramente costará la «cabeza» de algunos miembros de la Federación Española: su tesorero, José Luis Pérez Pla; el directivo Juan José Borrachero y el técnico Gustavo Biosca, ayudante de Kubala. El primero de ellos formó parte de la expedición española en el Campeonato del Mundo, de la que su jefe oficial fue Juan José Borrachero. Este último, junto con Gustavo Biosca, fueron los encargados de supervisar los lugares de residencia del equipo español en Montevideo y después -La Martona- en Argentina, así como los terrenos de juego en los que realizarían los correspondientes entrenamientos.

Su labor ha sido duramente criticada. Pero, ¿serán ellos los únicos culpables? Precisamente uno de ellos, Juan José Borrachero, como jefe oficial de la expedición española, tiene encomendada la elaboración de un detallado informe de cuanto ha sucedido en torno a la selección. Seguramente no sería necesario este informe si los resultados obtenidos en los terrenos de juego hubiesen sido otros.José Luis Pérez Pla, en la última reunión de la junta directiva de la Federación Española, solicitó formar parte de la expedición en el Campeonato del Mundo. Para entonces ya estaba designado Juan José Borrachero, que acababa de regresar de Buenos Aires y Montevideo, donde viajó acompañado de Biosca, para concretar la preparación del equipo de Kubala en tierras suramericanas antes de que se iníciase el Campeonato del Mundo. La directiva de la Federación. pese a las críticas que preveía por el número de miembros de la expedición española, aceptó la propuesta de Pérez Pla. El tesorero de la Federación, según parece, quizá por el cargo federativo que desempeña, intentó otorgarse funciones que ya habían sido designadas a un compañero. Su labor, por tanto, fue duramente criticada y posiblemente no favoreciese el clima del equipo español en Argentina y Uruguay.

Por otra parte, los jugadores, los más interesados y conocedores del tema, no han tenido reparo alguno en criticar el programa de la preparación en Uruguay y Argentina, aunque no se han atrevido a asegurar que posiblemente haya influido de forma decisiva en su actuación en el Campeonato del Mundo. Una concentración tan larga como la que han tenido los jugadores en esos países no se puede desarrollar en lugares inapropiados, en hoteles con apenas comodidades y sumamente aburridos, como La Martona, y celebrar entrenamientos en terrenos de juego capaces de lesionar a cualquier jugador. Estos detalles hay que prepararlos con cierta antelación, y de ello se encargaron Juan José Borrachero y Gustavo Biosca. Su labor, por tanto, tampoco puede considerarse positiva.