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Las tormentas han provocado inundaciones en toda la ciudad

Los bomberos madrileños habían realizado 37 salidas, hasta la media tarde de ayer, como consecuencia de la tromba de agua y granizo caída el viernes y por la lluvia que volvió a repetirse quince horas después. Los barrios más afectados a diferencia de otras ocasiones, en que siempre la avenida de Manzanares pagaba los efectos de la lluvia, fueron casi todos, ya que, además de zonas como el pueblo de Vallecas o Ciudad Lineal, quedaron inundadas avenidas como la Castellana o carreteras como la del Pardo.

Precisamente en Recoletos y Cibeles se produjo un impresionante colapso de tráfico sobre las ocho de la tarde del viernes, ya que los conductores de los vehículos situados en la cabecera de los laterales del paseo, se negaron a adentrarse en las plazas de Colón y Cibeles ante la altura del agua que descendía de las calles Alcalá y Goya.Según manifestó el delegado de Saneamiento y Medio Ambiente, Florentino Pérez, a la agencia Efe, la intensidad de las lluvias caídas durante los días 28 y 29 de mayo y 8 y 9 de junio han sido de tal importancia que el agua no se ha podido meter en los absorbederos. El señor Pérez manifestó «que esto no se puede frenar ni con una red de colectores perfectos».

La situación queda aún más agravada cuando, como ocurre en Madrid, «la red de saneamiento actual es insuficiente al haberse agotado la capacidad de muchos colectores por el aumento de densidad de población y por la aparición de nuevas barriadas».

El plan de saneamiento integral, «cuyo objetivo principal es adecuar la infraestructura a las necesidades actuales, tenía que haberse acometido antes». Se da la circunstancia de que los barrios más afectados de la zona sur serán los primeros en beneficiarse del citado plan, cuyas obras está previsto comiencen en otoño, aunque con una duración de tres o cuatro años.

Durante la tarde de ayer continuaron las llamadas de numerosos vecinos a quienes el agua había inundado el sótano de su vivienda. Asimismo, sobre las nueve de la mañana, los bomberos habían tenido que hacer una salida insólita, ya que un caballo, perteneciente a un miembro del escuadrón de la Policía Armada, quedó enterrado en un socavón, en el parque del Oeste. El motivo del socavón, que enterró al animal hasta el cuello, fue que la tierra estaba reblandecida por el agua. Después de una hora de trabajo, el equino pudo ser extraído con vida por medio de una grúa.

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