Londres se opone a un ejército euro-africano
En lo que se considera una clara toma de posición británica tras los acontecimientos de Zaire, el ministro de Asuntos Exteriores rechazó ayer en el Parlamento la idea de una fuerza especial extraafricana destinada a intervenir en futuros conflictos en este continente. David Owen, que tampoco ha mostrado el menor entusiasmo, por la propuesta francesa de un contingente militar panafricano, anunció en los Comunes que Londres no enviará observadores a Rodesia, como lo ha propuesto Salisbury, para seguir el proceso político surgido del acuerdo interno.En un debate parlamentario dominado por los efectos de la subida de tono en las mutuas advertencias soviético-norteamericanas, el secretario del Foreign Office ha desechado una sugerencia conservadora para que el Gobierno impulse la creación de un ejército «euroafricano», al servicio de los «intereses económicos europeos y de los propios países africanos».
Los asuntos africanos deben resolverse en Africa por los propios Estados interesados y con la mediación de la OUA. Este es el punto de vista del Gobierno de Londres, para el cual una estructura militar permanente de defensa del continente sólo puede sustentarse en la propia Organización para la Unidad Africana.
El Gobierno, prolongando este punto de vista, ha respondido con un claro mensaje de no intervención a las peticiones del portavoz de la oposición en materia exterior para que Londres abandere en el seno del Mercado Común -y al amparo de la convención de Lomé, que regula las relaciones entre la CEE y los países africanos signatarios- la creación de una fuerza que, en los propios términos conservadores, «proteja a los europeos en Africa contra las matanzas, la pérdida de sus bienes y las irrazonables interferencias políticas».
Sobre Zaire, origen inmediato de la moción tory, el señor Owen dijo que se trataba de ayudar a la estabilización económica y política de un país, no de un régimen que fue calificado en los Comunes de «evidentemente corrupto».
Centrándose en Rodesia, David Owen ha rechazado oficialmente la sugerencia del Consejo Ejecutivo que dirige los destinos del país para que Londres envíe observadores del proceso político emprendido por lan Smith y los líderes nacionalistas moderados. El Gobierno británico, además, parece estar convencido de que hay indicios que permiten esperar una próxima conferencia de lan Smith y los líderes negros que comparten con él el poder, con los jefes guerrilleros del Frente Patriótico. Mientras tanto, las últimas noticias dan cuenta de la muerte de otras 37 personas en la virtual guerra encubierta que asola al país.
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