Dos muertos y doce heridos, en una explosión de gas en Barcelona

Dos muertos y doce heridos, tres de ellos graves, es el balance de una explosión de gas propano, almacenado en bombonas, producida el pasado domingo en el restaurante El Desastre, de la calle Artesa de Segre, de Barcelona. El suceso tuvo lugar sobre las cinco de la tarde del domingo, hora en la que el restaurante se encontraba cerrado al público. La explosión se produjo por la formación de una bolsa de gas.

Según fuentes oficiales, se habría producido al inflamarse el gas propano como consecuencia de una chispa proveniente de un aparato de descongelación instalado en el restaurante.Como consecuencia de la explosión resultaron muertos los jóvenes Juan José Alonso Gallo, de dieciocho años, y Calixto de la Paz Contreras, de veinticuatro años. Ambos fueron arrastrados hacia el interior del inmueble por la onda expansiva, mientras transitaban frente al inmueble afectado.

Asimismo, resultaron heridas un total de doce personas, habitantes de diversas viviendas del inmueble y de los edificios colindantes. Estos heridos lo fueron por la acción de la onda expansiva, que rompió tabiques y hundió trozos de techumbre. Por igual causa, varios automóviles aparcados cerca del lugar resultaron con serios desperfectos.

Según informaciones de la Jefatura Superior de Policía, la posibilidad de que la explosión fuera debida a un artefacto fue destacarta tras la primera inspección ocular realizada por funcionarios del gabinete de identificación y especialistas en explosivos.

Aparte del restaurante, quedó destrozado un taller de relojería contiguo al establecimiento, propiedad de Manuel López Pedrera, provocando igualmente daños de menor consideración en una colchonería, en una expendeduría de tabaco, una carnicería y en otro restaurante de las inmediaciones.

Se da la circunstancia de que los dos muertos no aparecieron en el primer balance del siniestro. Ello fue debido a que los dos jóvenes que perdieron la vida fueron hallados en el interior de la joyería, hacia donde habían sido despedidos por la onda expansiva. Allí fueron encontrados seis horas después de la explosión, ya que el dueño de este establecimiento manifestó en un principio que no podía hallarse a nadie en su interior por ser festivo y encentrarse cerrado.

Un total de dieciocho familias han quedado sin hogar debido a que la explosión ha debilitado enormemente la estructura del inmueble afectado. Sin embargo, tan sólo un matrimonio preciso ayuda de las autoridades municipales, ya que el resto quedó alojado en casas de familiares y vecinos.