El Gobierno quiere relanzar la inversión mediante una reducción del coste del dinero
El Gobierno está dispuesto a mantener una pugna con las instituciones financieras -banca y cajas- con objeto de conseguir una reducción de los costes del crédito, con el fin de estimular la inversión. En este sentido se han manifestado altos cargos del equipo económico y con este objeto se mantendrán, en breve, conversaciones con las dos instituciones mencionadas para reducir en un par de puntos los intereses en las operaciones de activo.
La elevación de los costes del dinero se aceleró a partir de la aplicación de libertad de tipos de interés. La elevación del coste del dinero se produce, en opinión de la banca, como único recurso para mantener tasas de rentabilidad a la vista de que no se cobran los servicios que se facilitan al cliente. La diferencial entre el precio que pagan por los depósitos y el que cobran por el crédito constituye la fuente básica de beneficios y de ingresos para cubrir costes generales.En opinión de los dirigentes económicos consultados por EL PAIS, la postura de la banca y entidades de ahorro es «absolutamente desleal» para con la política económica gubernamental. En estas fuentes se considera que cuando se están pidiendo al país importantes sacrificios para detener los desequilibrios de la economía española, y éste contesta positivamente reduciendo sus niveles salariales, el consumo interno, el desequilibrio de la balanza comercial y el déficit de la balanza de pagos, las instituciones crediticias se dedican a boicotear la política económica manteniendo una postura rígida en cuanto a concesiones de créditos. Esta política -añaden las mismas fuentes- se refleja claramente, especialmente en los grandes bancos, a través de los préstamos concedidos en los últimos meses, créditos que se dan a un tipo de interés que ronda el 17-18%, al plazo de un año, para empresas ajenas a sus negocios industriales, mientras que mantienen en condiciones óptimas la financiación de las sociedades que componen su grupo.
Por lo que respecta a las cajas, éstas actúan colocando una buena parte de sus disponibilidades en emisiones de renta fija, emisiones que salen a la luz pública últimamente a tipos de interés elevados -muchos de ellos al 17%- y a un plazo de cinco años. Esta oportunidad que ofrece la renta fija retrae a las Cajas para realizar una función más social desde el punto de vista inversor.
Buen ejemplo de todo lo anteriormente dicho son los resultados de la banca privada durante el primer trimestre del presente año, que presenta unos beneficios calificados de espectaculares y desconocidos en los últimos años. En este sentido, EL PAIS ha podido saber que algún banco, al término del mes de marzo, había conseguido superar sus previsiones para la totalidad del año actual en cuanto a la cuenta de beneficios se refiere
El Gobierno, como actuación a corto plazo, piensa adoptar una serie de medidas para impedir, en la medida en que esto sea posible, el fácil desarrollo de esta política crediticia, que es considerada absolutamente insolidaria con la política económica marcada por el Gobierno y respaldada por todos los grupos políticos con representación parlamentaria. En este sentido, caben señalar un sustancial empuje a la banca oficial, de cara a desarrollar una mayor competitividad frente a las instituciones privadas, y la creación de diferentes cláusulas que permitan al ahorrador privado y no institucional tomar emisión de deuda fija con prioridad sobre organismos como las cajas. En este sentido, resalta la posibilidad de fijar un plazo de dos o tres semanas durante las que tendrán prioridad los pequeños ahorradores sobre otros organismos de ahorro a la hora de tomar emisión de venta fija.
De cara a 1979
Con una tasa de inversión durante 1978 que será, según las múltiples previsiones realizadas por el Gobierno, del 0,0 % sobre 1977, los responsables de la economía española consideran que esta situación es absolutamente inaceptable por la repercusión que tiene sobre las cifras de paro, problema éste que es considerado como básico y primordial.En este sentido, cabe resaltar que en breve plazo estará finalizado el proyecto de presupuesto monetario para 1979, que inicialmente será neutral y no beligerante en cuanto a sus cifras, aunque el Gobierno se reservará todos los mecanismos necesarios para actuar si el sector privado no responde en la medida necesaria a las intenciones gubernamentales.
Las previsiones por el momento parecen claras. Los cuadros macroeconómicos realizados hasta el momento para 1979, son positivos para la actuación del sector privado y así lo reflejan los datos: 8-9% de tasa de inflación, diciembre sobre diciembre al término de 1979 y reducción de las disponibilidades al 14-15 % al finalizar el año público, todo esto unido a un comportamiento neutral del del sector público.
Sin embargo, el problema grave para 1979 continuará siendo los índices de paro, cuya resolución sólo pueden venir por la vía de la inversión, para lo cual es considerada absolutamente necesaria la participación del sector privado a través de la banca o entidades de crédito.
En el caso de no recibir respuesta afirmativa por parte de la banca privada en concreto, para lo cual no se descartan diferentes tipos de pactos, el Gobierno está dispuesto a efectuar un fuerte envite a través del sector público con todo lo que ello traería consigo. En cualquier caso, el actual Gobierno no está dispuesto a permitir las actuales tasas de desempleo que en la actualidad viene soportando la economía española.
En medios económicos se recuerda que el señor Fuentes, se reunió con los responsables de los grandes bancos un día antes de su cese-dimisión, para hablar monográficamente de este tema. El Gobierno pretendió llegar a un acuerdo inmediato que la crisis parcial retrasó. El nuevo vicepresidente, Abril Martorell, no habló de este tema en los dos almuerzos que ha celebrado con los banqueros. Estos señalan que aunque los beneficios son ahora importantes, los riesgos han crecido en gran medida y temen una multiplicación fallidos e impagados en los próximos meses. Indican también, que las campañas de crédito barato especializadas en algunos sectores y desarrolladas por varios bancos, han dado muy pocos resultados y que la ausencia de demanda de crédito no radica en el coste del mismo, sino en la falta de perspectivas claras a medio plazo.
Señalan también las mismas fuentes, que el aumento de beneficios no es generalizado para todo el sector bancario, sino que se presenta en los bancos que pasan por situaciones poco comprometidas. En el pasado ejercicio los importantes resultados de explotación han permitido compensar la pérdida de valor de los activos bursátiles de la banca, situación que en este año no va a repetirse a la vista de que los expertos consideran que las cotizaciones han alcanzado prácticamente el suelo y no es fácil que sufran nuevas depreciaciones generalizadas.
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