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Israel aplaza una respuesta a los nuevos planteamientos de Washington

Los observadores políticos de Israel se preguntan si la enfermedad que aqueja al primer ministro, Menahem Begin, es real o más bien tiene un carácter «diplomático». Begin estuvo presente el lunes en la ceremonia de toma de posesión del quinto presidente del Estado de Israel, Itzhak Navon. Por el contrario, su ausencia impidió el domingo que el Consejo de Ministros debatiese el problema del futuro de Cisjordania y Gaza y dar una respuesta a los nuevos planteamientos norteamericanos.Para algunos observadores políticos la «enfermedad» de Begin reside ahora, sobre todo, en su impotencia para responder a las preguntas formuladas por Washington en su intento de relanzar el diálogo interrumpido entre Israel y Egipto. O, más bien, en su temor a que un debate sobre estas preguntas concluya con una grave crisis en su Gobierno.

Estados Unidos ha planteado dos preguntas al Estado de Israel; la primera se refiere a cuál sería el tipo de soberanía sobre Cisjordania y Gaza cuando concluyan los cinco años de autonomía propuestos por Begin (el Gobierno de Israel decidió dejar la cuestión de la soberanía «en suspenso» durante cinco años); la segunda cuestión se refiere a cómo entiende, Israel la participación de los palestinos en la determinación de su futuro.

Si la enfermedad de Begin es realmente «diplomática», esta «huida ante las responsabilidades no presagia nada bueno, ya que no podemos posponer indefinida mente los problemas espinosos que declaró a EL PAIS un diputado liberal, miembro de la coalición gubernamental.

En caso de que Begin esté realmente enfermo, la misma fuente señala que «resulta inquietante la parálisis, total del Gabinete cuando está ausente su jefe».

En Jerusalén han sido recibidas con inquietud las noticias de Washington según las cuales Estados Unidos prepara nuevas decisiones para desbloquear el diálogo en Oriente Próximo. En este sentido, y según las citadas informaciones, el consejo de la OTAN reunido en Washington adoptaría una decla ración conjunta que supondría un implícita condena de la política israelí.

La declaración de la OTAN recogerla los temas desarrollados por el presidente norteamericano, Jimmy Carter, durante su entrevista con el presidente egipcio Anuar el Sadat, en Assuan: los derechos legítimos del pueblo palestino y la posibilidad de participar en la determinación de su propio futuro.

En el plano interno, el partido centrista Dash amenaza con el abandono del Gobierno, si Begin no acepta la validez de la resolución 242 de las Naciones Unidas, para todos los territorios ocupados incluidos Gaza y Cisjordania. En dirección contraria, uno de los principales grupos del Likud, el movimiento de Begin, ha planteado a éste que renuncie a su plan de paz y que se anexione definitivamente Gaza y Cisjordania, como preconizan los estatutos de su partido.

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