El Colegio de Arquitectos presenta un proyecto sobre la reordenación de Malasaña
El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) ha realizado un estudio sobre el barrio de Malasaña, cuyos resultados servirán para pedir un plan de reordenación urbana para este barrio. Con los datos obtenidos del estudio, el COAM ha abierto una exposición en el colegio nacional General Sanjurjo, situado en la plaza del Dos de Mayo.
En la exposición, los arquitectos del COAM que han realizado el estudio plantean la forma en que ellos creen que debiera remodelarse el barrio.Las conclusiones del mencionado trabajo señalan que es necesaría una subvención económica a fondo perdido por parte del Instituto Nacional de la Vivienda, a fin de reconstruir los edificios amenazados de ruina y de acondicionar los que sufran cualquier tipo de deterioro. Según explican los arquitectos, «es mucho más rentable invertir en recuperar zonas urbanas enclavadas en el centro de la capital -más si se trata de un barrio de la tradición histórico-artística de Malasaña- que construir viviendas en zonas periféricas de la ciudad».
El estudio asegura que la situación actual del barrio no es en absoluto alarmante, pese a que existan algunos edificios amenazados de ruina. El conjunto del barrio no está amenazado con desaparecer. Asimismo, los arquitectos informaron de que uno de los factores que pueden haber influido en la conservación de la zona reside en que apenas se han producido maniobras especulativas.
El plan de conservación de Malasaña debe perseguir una unidad ambiental. Para conseguir esto, los encargados de realizar el estudio consideran que habría que descongestionar parte del tráfico de la zona y dotar al barrio de una serie de servicios para niños y ancianos, de los que ahora carece.
En cuanto a las amenazas inmediatas y causas de la degradación de Malasaña, los arquitectos explicaron que la todavía vigente ley de Arrendamientos Urbanos es uno de los factores responsables de este deterioro. « La mayor parte de la gente que vive en este barrio lo hace en calidad de inquilinos. Los propietarios de las fincas viven generalmente en otras zonas de la ciudad. Mantener alquiladas sus viviendas a unos precios irrisorios, como pagan muchos de los que llevan años aquí viviendo, no les interesa. Esto trae consigo el que los propietarios busquen el deterioro de sus viviendas. Es fácil ver casas desocupadas con ventanas abiertas y llenas de escombros. Con las lluvias y el viento, se consigue una degradación rápida de la casa. Una vez que se ha conseguido que se declare en estado de ruina, el solar queda listo para vender.»
A fin de determinar los puntos que conformen el plan de conservación de Malasaña, los arquitectos del COAM, en unión de la asociación de vecinos, han elaborado una encuesta que será difundida entre los habitantes del barrio. Con ello se pretende conseguir datos acerca del estado real de las viviendas, y el gasto que supondría la reconstrucción de las mismas. Otra de las cuestiones planteadas es conocer si los actuales inquilinos estarían dispuestos a comprar los pisos que ahora habitan y qué cantidades podrían desembolsar.
Finalmente, los responsables del estudio aportaron el dato de que se está dando un progresivo abandono de locales comerciales en la zona. Paralelamente a este hecho, y mientras los comercios tradicionales cierran sus puertas, cada vez son más numerosas las aperturas de bares, pubs y restaurantes en el barrio de Malasaña.
Una vez recabada la opinión de los vecinos por medio de la encuesta, el estudio se hará llegar a las autoridades locales.
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