Asesinado un taxita en Irun
Dos balas en la cabeza acabaron ayer, a las 12.30 de la noche, con la vida del taxista irunés Martín Merquilanz Sarriegui. Tres horas más tarde, compañeros de profeslón de la víctima encontraban el cadáver en las ruinas de un barracón de los antiguos campamentos militares de Babilonia, en el término municipal de Oyarzun. Reunidos en asamblea, los taxistas guipuzcoanos decidieron comenzar, a las cuatro de la tarde de ayer, un paro que se prolongará durante toda la jornada de hoy.
El martes, a las diez de la noche, dos personas solicitaban en la parada de Irún los servicios del taxista Martín Merquilanz con el objeto de que les trasladase al barrio de Gurutze, en Oyarzun. Una vez en ruta, los viajeros obligaron a punta de pistola al taxista a desviarse por la carretera que va desde Oyarzun al Castillo del inglés. Según la hipótesis, que parece confirmarse, la intención de los agresores habría sido, en principio, la de abandonar al taxista amordazado y maniatado, como viene ocurriendo frecuentemente en los robos de coches, y hacer posterior utilización del taxi sustraído. Según esta versión, Martín Merquilanz se resistió a la violencia que sobre él ejercían los agresores, momento en el que éstos, a corta distancia, hacían uso de sus armas de fuego, disparando dos tiros contra la cabeza del taxista, que murió en el acto. Una bala le atravesó el cerebro penetrando por debajo de la oreja derecha y la otra le atravesó las mejillas. El hecho de que el cuerpo de Martín Merquilanz apareciese con un dedo roto y con algún otro golpe y tirado sobre las alfombrillas del coche, que previamente habían sido sacadas del vehículo, hace pensar, por un lado, en la posibilidad de un forcejeo y, en segundo término, el que las alfombrillas del coche fueran sacadas con la intención de, una vez atado y amordazado, el taxista reposase sobre ellas, ya que el lugar donde se encontró el cadáver es muy húmedo.Pasada la media noche, el taxi de la víctima, un Seat-124, matrícula SS-689-B, fue encontrado en Pasajes, con todas sus puertas abiertas y una bala en su interior, por otros taxistas que dieron la alarma a sus compañeros de Irún. A partir de este momento se montó un servicio de búsqueda, que daría como resultado el, hallazgo del cadáver y su inmediato traslado al depósito del cernenterio de Oyarzun.
El cadáver fue encontrado rápidamente. a pesar de lo recóndito del lugar donde se encontraba, por un taxista que recordó cómo hace tiempo, en las chabol as del antiguo campamento militar, apareció, maniatado y amordazado el jefe de la asociación de taxistas, que previamente había sido secuestrado.
Dos casquillos Parabellum
Posteriormente, la policía encontraría en el lugar dos casquillos de bala 9 milímetros Parabellum. El propietario de un caserío situado en las proximidades donde apitreció el cadáver manifestó no haber oído ningún disparo ni ruidos extraños y no se enteró del sucese hasta primeras horas de la mañana.
La reacción de los companeros de gremio de Martín Merquilanz no se dejó esperar. Desde las 8.30 de la mañana de ayer los taxistas de Irún se concentraron en la plaza del Ayuntamiento, y al me diodía celebraron una asamblea en la que se decidió parar y con vocar una asamblea a nivel provincial en San Sebastián, a las cuatro de la tarde. A esa hora, en los locales de la AISS de la capital donostiarra, los taxistas guipuz coanos decidieron comenzar un paro que continuará todo el día de hoy. Finalizada la asamblea, los taxistas se dirigieron con sus automóviles en caravana a Oyarzun para, desde allí, acom panar al cadáver hasta el cemen terio de Irún, donde fue enterra do. Hoy, a las 10.30 de la mañana, los taxistas de toda la provincia, que se concentrarán en el frontón Anoeta de San Sebastián, saldrán en manifestación con sus coches recorriendo las calles de la ciudad y varias localidades próximas a San Sebastián.
Martín Merquilanz tenía 49 años, estaba casado y llevaba ejerciendo la profesión de taxista desde hacía veinticinco años en la localidad de Irún, de donde es natural. Tiene cinco hijos, y el funeral no se celebrará hasta que algunos de ellos, que se encuen tran estudiando en Inglaterra, regresen a Irún. Según manifestación de uno de los familiares de la víctima, en el caso de que la intención de los agresores fuese la de matar al ta xista y no la de secuestrarlo, se podría haber tratado también de una confusión, ya que en la misma parada realiza su servicio un taxista que ha sido repetidamente amenazado de muerte.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.