Por la dignidad de la crítica
El crítico taurino de El Imparcial, José Boloix, me habló en diversas ocasiones de que promovía una Asociación de Escritores e Informadores Taurinos, cuyos objetivos principales eran, entre otros, fomentar la cordialidad entre los críticos (sic) y defender la dignidad de la profesión.Pues estimo que esa cordialidad no la generan organismos, sino personas, las cuales, a su vez son las que, con sus rectas actitudes, dignifican la profesión consideré innecesario solicitar el ingreso en la mencionada asociación, la cual, por otra parte -y por supuesto-, me merece todos los respetos.
Ocurrió, posteriormente, que el mencionado periódico publicó con la firma de Boloix cierto reportaje ambiguo en el que se hablaba de equívocas inclinaciones de algunos críticos por los toreros-efebos, de lo cual son muestra -explicaba- las crónicas elogiosas que les dedican, y ayer otro, en el que acusa de corrupción, de nuevo, a críticos indeterminados, con alusiones y referencias, una muy concreta a regalos de televisores en color.
No da nombres, ni datos que puedan identificar a quienes acusa, por lo cual es toda la crítica, asociada o no, la que recibe estas manotadas de fango. Se trata de agresiones intolerables, gratuitas, mientras no haya nombres y pruebas, de quien, paradójicamente, forma parte de una asociación que promovía para que reinara la cordialidad entre los del oficio. Las imputaciones son gravísimas. Toda una profesión ha sido denigrada y hay que salir al paso de estos ataques irresponsables. Por la dignidad de la crítica, esté donde esté.
