El caso Lockheed salpica a la socialdemocracia
La publicación por el diario alemán liberal Süddeutsche Zeitung de un informe secreto sobre implicaciones germanas en el caso Lockheed ha ampliado la onda expansiva de este escándalo en la República Federal y ha irritado a los medios del Gobierno y de las Fuerzas Armadas.
Según el diario de Munich, la empresa Lockheed actuó tanto en los medios militares como en el aparato estatal, lo cual significa que el único implicado no fue el jefe cristianosocial, Strauss, cuando desempeñó funciones de ministro de Defensa. La empresa americana fabricante de aviones también llegó, según el informe, a comprometer a altos funcionarios de la compañía nacional de aviación Lufthansa y a destacados representantes de los partidos políticos en general.Esta operación de «compra de voluntades» comenzó a mediados de los años cincuenta y se prolongó hasta muy entrado el período de la actual coalición social-liberal. Gracias a una larga serie de gratificaciones -el informe incluye diecinueve páginas dedicadas a relación de personas implicadas- «la empresa americana logró imponer su influencia en determinadas decisiones importantes del Parlamento federal, aunque con éxito irregular».
El informe añade que la Lockheed tuvo acceso a políticos de todos los partidos, lo cual ha tranquilizado en parte a los cristianosociales. Esta formación política se ha apresurado a adoptar una postura de ataque, como defensa de su presidente Strauss, principal sospechoso hasta ahora de haber aceptado sobornos de la casa americana.
Según el partido de Strauss, el caso Lockheed se convierte progresivamente en un escándalo que toca a la socialdemocracia.
El informe -se sospecha- pudo facilitarse al diario liberal muniqués por el propio partido de Strauss para librar a éste del fuego concentrado sobre su persona por parte de los social-liberales. Que el informe puede ser auténtico, parece indicarlo el silencio oficial del Ministerio de Defensa.
El portavoz de Defensa se negó a confirmar o desmentir el contenido, pero añadió que la publicación de nuevos detalles sobre el asunto Lockheed podría contravenir el acuerdo germano-americano sobre este caso, establecido el 24 de septiembre de 1976, por el que las particularidades del asunto sólo podrían hacerse públicas a través de un organismo conjunto creado por ambos países.
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