Próxima creación en España de centros sanitarios de orientación familiar
«La salud de todos los pueblos es una condición para la paz del mundo y de la seguridad. Es un trampolín para lograr la paz. Está claro que la salud no es todo. El desarrollo sanitario y el desarrollo económico y social están estrechamente ligados. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha demostrado que un diálogo entre países que sustentan ideologías políticas diversas no solamente es posible, sino altamente fecundo.»
Con estos conceptos expresados del doctor Mahler, director general de la OMS, comenzaron ayer las intervenciones oficiales de 77 países de un total de 151 que harán uso de la palabra en la primera etapa de la trigésimo primera Asamblea Mundial de la Salud, que durará hasta el 26 de mayo. Enrique Sánchez de León, ministro de Sanidad y Seguridad Social de España, habló ayer por la tarde en el decimosegundo lugar, después de lo cual regresó a Madrid.El ministro español hizo hincapié durante su intervención en las directrices sanitarias que impulsa la OMS. Señaló que el desarrollo de tal idea -la atención o asistencia sanitaria primaria- «es uno de los pilares básicos en los que queremos fundar nuestra reforma sanitaria». «Somos conscientes -afirmó- de que una asistencia sanitaria primaria, cuidadosamente planificada, humaniza los problemas de la salud, rebaja los costos asistenciales, principalmente porque hay una menor necesidad de recursos hospitalarios, y extiende los beneficios de la sanidad a un mayor número de personas, por la posible aplicación de los programas en grandes zonas del medio rural."
Sánchez de León expresó que, por todo ello, la administración sanitaria en España depositaba grandes esperanzas en los resultados de la conferencia internacional que sobre este tema se celebrará en septiembre de este año en Alma-Ata (Unión Soviética).
En concreto, sobre los proyectos españoles en materia de salud, el ministro de ese país indicó que se proponían crear, en un futuro muy próximo, una red de centros sanitarios de orientación familiar, que se ocuparán de modo fundamental -señaló- en facilitar la información y asesoramiento precisos en cuantas materias puedan ser susceptibles de promocionar la salud individual, y por esta vía, procurar el bienestar familiar. Sostuvo que «estos centros no sólo se ocuparan de los problemas de orientación familiar o tratamiento de la infecundidad, sino también de proporcionar a la familia los recursos médicos y sociales que impiden los efectos patógenos derivados de la ignorancia, el abandono y la marginación».
En cuanto a las afecciones que preocupan a la sanidad española, entre el abanico de enfermedades transmisibles que expuso el director general de la OMS, han sido ya constituidos los correspondientes comités de expertos para estudiar la tuberculosis y las enfermedades de transmisión sexual. En el mismo orden señaló que les inquietaba el avance de la rabia silvestre en la región sur de Europa y que nuevos proyectos con medidas más rigurosas se encuentran en estudio y en estado avanzado.
Por otra parte, siempre en el seno de esta Asamblea Mundial de la Salud, España, junto a los países latinoamericanos, Francia y los países francófonos y la Unión Soviética, libran en los pasillos y posiblemente a partir de hoy en la asamblea, oficialmente, una lucha contra lo que se ha calificado de discriminación lingüística.
En efecto, el consejo de administración de la Organización Mundial de la Salud, aduciendo razones de ahorro, presentará a la actual asamblea un proyecto mediante el cual se pretende, de ser aprobado, que las actas finales sean publicadas sólo en inglés cuando las intervenciones sean en ese idioma y cuando sean en español, francés o ruso, publicadas en el idioma y traducidas sólo al inglés.
