Los partidos mayoritarios, decididos a establecer gestoras en cincuenta ayuntamientos vascos

A falta de un último refrendo por parte de sus comités ejecutivos, los dos partidos mayoritarios de Euskadi (PNV y PSOE) han decidido promover conjuntamente la sustitución de unos cincuenta ayuntamientos vascos, incluidos los de las cuatro capitales, por comisiones gestoras nombradas de acuerdo con los resultados del 15 de junio.

La caída de las corporaciones municipales más importantes de cada provincia significa de forma autónoma que será preciso sustituir también las diputaciones de Alava, Guipúzcoa y Vizcaya, ya que la mayoría de sus miembros pertenecen a los ayuntamientos que deben dimitir. Tan sólo la Diputación de Navarra se salva de la quema, debido a que se nombra por un sistema foral peculiar.El apoyo de los nacionalistas a esta campaña emprendida por el PSOE puede ser, tal vez, el precio por el apoyo socialista a la reivindicación de los conciertos económicos. Los dos partidos mayoritarios están, por otra parte, en situación de fuerza ante los respectivos gobernadores, ya que éstos necesitan de los partidos para poner en marcha unos ayuntamientos que han llegado a la inactividad total.

Para colaborar en la cobertura de estos municipios PSOE y PNV exigen que se acepte a cambio la dimisión de otras corporaciones que les interesan. En el programa inicial figuran unos veinticinco ayuntamientos de Vizcaya, una quincena de Guipúzcoa y un número inferior en Alava y Navarra. Faltan por resolver cuestiones técnicas sobre formación de gestoras y elección de alcaldes, pero la campaña sigue adelante.

Para tratar la incidencia de la campaña en Vizcaya se reunieron ayer con el gobernador los partidos que de acuerdo con los resultados del 15 de junio tienen opción a entrar en las gestoras. Al acuerdo anterior de sustituir cinco ayuntamientos se ha unido el de crear también gestoras en Amorebieta, Gamiz-Fica y San Salvador del Valle, los dos primeros con mayoría del PNV, y el último, del PSOE.

Respecto al Ayuntamiento de Bilbao el gobernador sostiene la tesis de que no hay condiciones objetivas para sustituirlo, mientras el PSOE insiste en lo contrario. Otros partidos, como PCE y MCE, exigen que la Corporación rinda cuentas por escrito de la situación financiera, para discutir más adelante su posible dimisión.