Francia incrementa su intervención militar en Chad
Ni el Gobierno de París, ni el de N'Djamena (capital de Chad) han informado en forma completa sobre el envío de tropas francesas a Chad para socorrer al poder oficial, gravemente amenazado por el Frolinat (Frente de Liberación Nacional de Chad). Se estima que setecientos legionarios de la base de Orange llegaron ya durante los últimos tres días a Chad. Oficialmente se ha reconocido la muerte de dos militares galos, pero los observadores sospechas que se esconde la verdad sobre esta cuestión.El jueves y viernes último viajó repentinamente a París el ministro de Asuntos Exteriores de Chad, Wadalabdelkader Kamugue. Tras su entrevista con su colega francés, Luis de Guiringaud, ambos se manifestaron deseosos de «privilegiar» los esfuerzos para conseguir la paz por medio de la negociación. El pasado 27 de marzo se había firmado un alto el fuego entre las tropas gubernamentales y el Frolinat, pero la guerra se reanudó por incumplimiento de la cláusula que preveía la expatriación de las tropas extranjeras (unos 3.000 «cooperantes» franceses).
Los setecientos legionarios enviados por Francia en los últimos días no influirían gran cosa en la situación actual. Cinco mil guerrilleros del Frolinat, equipados con material soviético y ayudados por Libia, luchan contra 11.000 soldados gubernamentales (sólo hay unos 3.000 en el campo de batalla). Francia, con su gesto, se supone que ha querido, en una primera etapa al menos, crear un efecto psicológico, con el fin de ganar tiempo y forzar una negociación.
Inquietud en Francia
La opinión francesa se manifiesta inquieta y crítica, por temor a que París se deslice por la misma pendiente de hace diez años, cuando con el fin de salvar al régimen del general Tombalbaye envió sus tropas «para no conseguir ninguna de las transformaciones prometidas y necesarias, que el actual jefe de Estado, general Malum, tampoco ha realizado», recordaba ayer el diario conservador Le Figaro.
Frente a los intereses de Francia en esta región se configura como oponente Libia, que controla políticamente al Frolinat, lo equipa y no está dispuesta a perder la franja de territorio que ocupa en el norte de Chad. La intervención «psicológica» francesa, de momento, se interpreta como un compás de espera con vistas a discusiones entre París y Trípoli.
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