Suárez: "Venimos a reafirmar la españolidad de Canarias"
El presidente del Gobierno visitó ayer en su primera jornada de trabajo en Canarias las islas de Hierro y Gomera, las más alejadas de la Península. En sus breves alocuciones dirigidas a las entidades locales y a la población de ambas islas, el presidente se mostró confiado en la obtención de resultados inmediatos. «Esta vez no venimos a prometer nada -dijo-, porque sé que están hartos de promesas; venimos a afrontar de cara los problemas y a buscar soluciones contrastadas con el sentir de la población. También venimos a reafirmar la españolidad de este territorio.»La visita ha sido acogida con curiosidad por la población y difícilmente podía ser de otra manera, ya que es la primera vez que se ve por estas latitudes a un presidente de la nación.
El señor Suárez llegó al aeropuerto de Los Rodeos, de Tenerife a las 10.50 (11.50 hora peninsular), acompañado de los ministros del Interior y de la Presidencia, señores Martín Villa y Otero, y antes de trasladarse al helicóptero que le llevaría a la isla de Hierro fue cumplimentado por el presidente de la Junta y el capitán general de Canarias, y por el presidente de la Mancomunidad de Cabildos y el gobernador civil de Tenerife.
La comparecencia del presiden te de la Junta, señor Soriano, al que no se le había convocado, provocó ciertos problemas de protocolo que fueron resueltos por un saludo cordialmente frío del señor Suárez al señor Soriano, quien a continuación le presentó a todos los demás miembros de la Junta de Canarias. Había una gran expectación por lo que pudiera suceder en este encuentro, dada la marginación a que ha sido sometida la máxima instancia de poder del archipiélago y el hecho significativo de que hasta ese momento el presidente de Gobierno no se hubiera dado por enterado de la constitución de la Junta.
Después de este breve acto protocolario, el señor Suárez emprendió viaje en helicóptero a la isla de Hierro, a cuya capital, Valverde, llegó puntualmente a las doce del mediodía.
El presidente fue acogido con aplausos por parte de las 2.000 personas que habían acudido a recibirle. En plena calle, mientras las autoridades le hacían saborear las dulzuras de la isla (quesadío, almendras, higos ... ), enfrente una pancarta, sostenida por un grupo de jóvenes, le resumía telegráficamente la situación social: 8.000 habitantes, 300 parados y 12. 000 emigrados.
A continuación el señor Suárez se reunió durante una hora con el Cabildo insular y con los dos únicos ayuntamientos de la isla, donde fue informado de los problemas que la aquejan. El presidente del Cabildo, tras referirse al hondo sentido de españolidad de la población. le planteó la urgencia de abrir dos carreteras una por necesidades del turismo y otra por necesidades del transporte agrícola.
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Suárez promete solu cionar la mayoría de los problemas canarios las próximas semanas
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Entre otras cosas, se le expuso al presidente del Gobierno la conveniencia de reforzar el destacamento militar en la Isla, que actualmente es de una mera sección del Ejército de Tierra, menos de cuarenta personas, «lo que infundiría seguridad a la población».
El presidente del Gobierno, que traía el propósito de pronunciar los menos discursos posibles para alejarse lo más posible de la técnica viajera del franquismo, inservible ya por estos pagos, se vio obligado a responder a estas intervenciones de las autoridades locales en una breve alocución:
«Me interesa subrayar -dijo-que he trasladado aquí mi despacho de trabajo en respuesta a un mandato del Gobierno y al deseo expreso de Sus Majestades los Reyes y del Parlamento, a fin de adoptar las medidas necesarias para la defensa de Canarias y para solucionar los problemas de esta parte entrañable e indestructible del territorio español. Vengo a afrontar de cara los problemas y a encontrar soluciones a corto, medio y largo plazo.» «Puedo decir -añadió- que la mayor parte de los problemas aquí planteados van a tener solución inmediata en las próximas semanas. »
El presidente del Gobierno, tras un almuerzo de trabajo, abandonó Hierro y se trasladó en helicóptero a Gomera, en cuya capital, San Sebastián, mantuvo dos reuniones de trabajo a primera hora de la tarde y por la noche. El presidente visitó en otro punto de la Isla el valle Gran Rey, una zona de gran riqueza agrícola, y pernoctó en el parador Conde de la Gomera. Hoy visitará la isla de La Palma.
Medidas de seguridad y clima político
Dos hechos merecen ser destacados en este viaje del presidente. Por una parte, las extraordinarias medidas de seguridad que se han adoptado, aunque han sido menos apreciables por el carácter de las islas visitadas. Al parecer, el presidente está muy preocupado por su seguridad personal en este periplo canario. Por otra parte, hay que destacar el clima político deteriorado en que se produce la visita del presidente a causa de los problemas que han surgido dentro de su partido desde la constitución de la Junta de Canarias. Estas disensiones de UCD pueden malograr en una gran parte la brillantez del viaje de Suárez, que siempre quiso llegar aquí con la preautonomía por delante. Hoy la preautonomía se ha convertido en un arma arrojadiza de un sector del partido, contra otro y, lo que aquí se considera más grave, de Gran Canaria contra Tenerife.
Si uno de los objetivos fundamentales de la Junta de Canarias era precisamente la articulación de una región por encima de la insularidad y la insolidaridad. aquí se afirma que ante la actitud irresponsable de ciertos sectores de UCD este proyecto está a punto de fracasar.
A la hora de enviar esta crónica, todavía no se había producido aquí, pero se temía una impugnación de la Junta de Canarias por un sector de parlamentarios de UCD. El telegrama del señor Suárez al señor Soriano, felicitándolo por su elección como presidente de la Junta de Canarias llegó finalmente en la tarde de ayer con la siguiente indicación: Segunda transmisión. Aunque llega con una semana de retraso, puede que haya sido con tiempo bastante para frenar la impugnación.
Anoche se encontraban en Santa Cruz de Tenerife reunidos con el comité provincial de UCD los señores Moya y Garavís, que han sido comisionados por el ejecutivo nacional para elevar informes sobre la situación de la UCD canaria.
Por otro frente, el de las corporaciones locales. también la Junta está siendo contestada: el Cabildo de Gran Canaria, arropado por parte de la prensa de Las Palmas, pretende aprobar una moción, propuesta al pleno por el presidente, que invita a que los ayuntamientos desconozcan la autoridad de la Junta de Canarias. El asesor presidencial, señor Olarte, a quien muchos han señalado como el alentador de la campaña de prensa que invita al presidente del Gobierno que ignore la existencia de la Junta de Canarias por considerar ilegal su constitución, ha manifestado ayer a Enrique Rey Pitti, corresponsal de EL PAÍS en Tenerife, que una yez que finalice la visita del señor Suárez al archipiélago va a convocar una rueda de prensa en la que va a dejar claro que es cierto que él no tiene nada que ver con esta cuestión.
Sin embargo, en medios próximos a la Junta de Canarias se valora la participación del señor Olarte en la preparación y organización de la visita del presidente y se subraya la marginación que la Junta ha sufrido, a pesar de ser la máxima instancia de poder.
Anoche, el presidente de la Junta manifestaba a EL PAÍS que durante todo el viaje presidencial iba a estar en el archipiélago pendiente de la llamada del presidente del Gobierno. «Tengo la esperanza -manifestó- de que la Junta va a ser convocada, o al menos el consejo permanente, porque entiendo que tiene que ser positivo para el presidente del Gobierno oír una voz cualificada a la hora de hablar de los asuntos canarios. »
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