El presidente del Consejo del País Valenciano pidió la unidad con los extraparlamentarios

El presidente del Consejo del País Valenciano, el socialista José Luis Albiñana, hizo ayer sus primeras manifestaciones públicas con motivo de dar referencia de la tercera reunión de este organismo. Manifestó que iba a ser cursada una invitación a los partidos parlamentarios y extra parlamentarios para que se sumaran al significado del acto del domingo, que supone la colaboración de todos los sectores para mantener la unidad del proceso que se inicia. «Emplazamos a todos los partidos que se consideran demócratas, valencianos y legales para este apoyo», dijo.El Consejo va a solicitar alas diputaciones provinciales, según marca el decreto, que pongan los recursos humanos y medios materiales de que disponen a disposición del Consejo. Con tal fin se ha constituido una comisión de seis consejeros. En relación a que la presidencia se instale en el palacio de la Generalidad, se explicó ayer en rueda de prensa que no se había adoptado ninguna decisión especial a este respecto. Como secretario de actas ha sido nombrado Vicent Miquel Diego, destacado dirigente de la democracia cristiana valenciana.

En relación a las tensiones que se habían creado con las diputaciones a raíz de la elección de sus representantes, Albiñana declaró que el tema es agua pasada, y que no hay ninguna valoración nueva que añadir a la que se hizo en su día.

Sobre el tema Consejo-Plenario, señaló que este último se debe, mantener como grupo de presión favorable al Consejo en las actuaciones parlamentarias, al tiempo que ambos organismos mantienen una «unión moral» por la que de alguna forma el Consejo deberá justificar sus actuaciones. «El Plenario es un instrumento para ampliar el grado de credibilidad del Consejo», agregó.

El presidente Albiñana expresó finalmente que tenía intención de someter a los consejeros la decisión de crear un equipo de asesores políticos que tuvieran la confianza de todo el Consejo y no crease una, duplicidad con las fuerzas políticas que la integran, y, asimismo, una secretaría general técnica para apoyar las intervenciones de la presidencia y coordinar las consejerías.

Consideró como temas más urgentes los relativos al ámbito cultural del País Valenciano, asegurando que antes de vacaciones podría el Consejo hacer una declaración sobre temas relacionados con la estructura socioeconómica.

Por otro lado, el domingo se presentó oficialmente el Consejo en el palacio de la Generalidad, con la presencia del ministro para las Regiones, Manuel Clavero; gobernador militar de Valencia, en representación del capitán general Milans del Bosch, y el presidente José Luis Albiñana. Grupos radicalizados, próximos a la extrema derecha, a la salida del acto abordaron a algunos parlamentarios en actitud desafiante y polemizadora, así como al ministro Clavero y al presidente Albiñana. Los partidos parlamentarios no habían convocado a sus militantes para evitar incidentes, por lo que la asistencia de público fue poco numerosa.

«Hoy no hacemos más que recoger aquello que el pueblo valenciano, en una experiencia de las más jóvenes que conoció Europa, supo establecer», dijo el presidente al referirse al palacio de la Generalidad. «Pero no queremos hacer una pura arqueología política. El pueblo valenciano es un pueblo libre». Prosiguió diciendo que «nos sentimos País Valenciano porque es un pueblo que ha ayudado a construir durante siglos España». Como tarea urgente señaló la normalización en la vida pública y oficial del valenciano. «El Consejo desde sus primeras manifestaciones es bilingüe »,declaró.

En su intervención, Manuel Clavero dijo que de no haber seguido el proceso preautonómico después del reconocimiento del País Vasco y Cataluña, el proceso hacia la democracia política podía haberse quebrado. Asimismo, señaló que este proceso descarta toda idea de separatismo.