Interpelación socialista sobre los problemas de la política nuclear
Una interpelación al Gobierno sobre la política energética, y muy especialmente sobre la política nuclear, planteada por el diputado Javier Solana en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, fue publicada ayer en el Boletín Oficial de las Cortes. La interpelación tiende a que el Gobierno de explicaciones sobre la forma en que la política nuclear está concebida y realizada, a la que el diputado socialista no duda en calificar de «anárquica y desvinculada de los objetivos públicos». Por otra parte -se dice en el escrito de interpelación-, «el margen de maniobra dejado a la incipiente democracia en materia energética es muy reducide: todo lo nuclear está ya construido o autorizado, atado y bien atado, aunque las actuaciones insolidarias ni pueden poner en peligro los intereses de la sociedad y es preciso una respuesta clara y urgente del Gobierno con el fin de transformar la presente situación».Según la interpelación, los puntos que reflejan en concreto algunos de los problemas más importantes en el campo de la poIítica electronuclear, son, entre otros, la política de ubicación de centrales nucleares, la adquisición de las mismas, las dificultades y defectos existentes en las actualmente en construcción (Almaraz, Ascó) y los aspectos de reprocesado de los combustibles irradiados.
Respecto a la ubicación de centrales ilucleaíes, la interpelación socialista pone de manifiesto que aquélla «se ha llevado a cabo con arreglo a los intereses exclusivos de las compañías eléctricas, sin un plan previo de emplazamientos posibles, sin participación de los intereses locales, sin escuchar los argumentos esgrimidos por las organizaciones políticas y ciudadanas, y, lo que es más grave, con una estrategia de hechos consumados frente a decisiones contrarias de los entes locales».
Muestrario de centrales
En relación con la adquisición de centrales se afirma que «fabricantes y países diversos han convertido a nuestro país en un auténtico muestrario de centrales nucleares, impidiendo con ello aprovechar al máximo la capacidad de producción de la industria, generar empleo y absorber tecnología nuclear». Finalmente la interpelación resalta que los aspectos de reprocesado de los combustibles irradiados suscitan serios problemas para la continuidad del programa nuclear, ya que todavía no se han desarrollado las técnicas oportunas a nivel industrial. «Ello introduce -se dice- una grave incertidumbre en la continuación del programa nuclear, obligando a almacenar el combustible irradiado (uranio empobrecido y plutonio) durante períodos superiores a diez años.»
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