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Pleno del Congreso

"El Gobierno no ha hecho un balance ni una oferta programática"

Felipe González (PSOE). No quiero contribuir a aumentar un clima de catastrofismo o desconfianza. Voy a hacer una consideración previa y es que la liquidación de la dictadura ha generado dos tipos de sentimiento; por una parte, una esperanza generalizada y por otra una inseguridad, lógica en un período de tránsito. La esperanza ha sido mayor en los sectores más oprimidos en otras épocas y la inseguridad ha prevalecido en los sectores instalados cómodamente en el pasado.Nuestro proceso de tránsito es atípico, con una armoniosa síntesis de reforma y ruptura, reforma en el modo y ruptura en el contenido. Esta síntesis llevó al Gobierno, de una forma lógica, pues se veía obligado a ello, a la política de consenso. El proceso de cambio ha sido rápido, sobre todo a nivel social, en la calle. El pueblo no está preocupado por la celeridad de este proceso sino por la lentitud de adaptación de antiguas estructuras. La sociedad española está demandando ya una auténtica democracia social, política y económica.

Creo que en el seno del Gobierno ha habido una excesiva preocupación por este Pleno. El Gabinete debía de haber reaccionado con alegría ante la posibilidad de poder hacer balance y presentar proyectos de futuro, máxime al ser como en este caso un Gobierno de transición. Los grupos parlamentarios coincidimos en considerar insuficientes las explicaciones del vicepresidente Abril sobre la crisis económica, así como en la necesidad de abrir un debate para conocer el resultado final del proceso democrático. En ningún momento se plantearon mociones de apoyo o de censura.

El PSOE no se va a sumar a moción alguna de censura o de alabanza del Gobierno, porque consideramos que una moción de este tipo pondría en peligro el consenso alcanzado. El Gobierno tenía que haber hecho en este Pleno un balance y una oferta programática concreta, y no lo ha hecho. Para que la esperanza no quede sepultada por la inseguridad hace falta presentar balances y ofrecer planes concretos para el futuro.

Incógnitas sin resolver

Al Gobierno se le pedía una explicación de la crisis y lo que hemos oído hasta ahora ha sido, cuando menos, insatisfactorio. No se puede decir que Fuentes acudió al Gobierno sólo para diseñar y negociar un programa económico y que ahí acabó su misión. También acudió para realizarlo y no pudo, debido, entre otras cosas, a las incongruencias dentro del seno del Gobierno. El mismo Fuentes afirmó que su paso por el Gobierno había sido una tortura. Persisten incógnitas sobre la crisis aún no resueltas.

Se ha dicho que la remodelación se hizo para adecuar la economía al nuevo enfoque y si es verdad que afectó a los ministerios más opuestos a los pactos de la Moncloa, confiemos que realmente se realizó para cumplir estos pactos.

El presidente del Gobierno ha afirmado que tras el reajuste ministerial, el Gabinete era completamente de centro, de Unión de Centro Democrático. El Gobierno no es monocolor en sentido estricto y existe una aparente contradicción en las afirmaciones del presidente, pues al tiempo que presenta al Gobierno como un Gobierno de partido, de UCD, señala que su Gabinete tiene que gobernar al servicio del Estado, y no de posiciones de partido

El Gobierno ha afirmado que hay que ir a una nueva concepción del orden público que «defienda las libertades sin merma de la autoridad». Estoy de acuerdo, salvo en un matiz: creo que debe «defender la autoridad sin merma de las libertades». Respecto a la Constitución, se debe acelerar el proceso y elaborar un texto que permita un uso alternativo del mismo, y en el que todos los grupos políticos se sientan cómodos.

En cuanto al proceso preautonómico, que ha suscitado tantas polémicas, creemos que es necesario, pues es la mayor garantía para mantener la unidad nacional. Hay que dar contenido a las autonomías y no dejarlas en instituciones vacías. También urge la democratización de la vida municipal, y en este terreno el Gobierno ha incumplido reiteradamente no sólo sus promesas, sino sus acuerdos dentro de la política de consenso. Tampoco ha cumplido sus promesas en torno al Consejo Rector de RTVE.

La principal tarea del Gobierno en estos momentos es aumentar la confianza del país y disminuir, al mismo tiempo, la inseguridad. La negociación de los acuerdos de la Moncloa supuso un balón de oxígeno para el Gobierno, y creo que debe seguir siéndolo, para poder gobernar con tranquilidad y con el consenso de todas las fuerzas políticas. Cinco meses es poco tiempo para hacer valoraciones definitivas de los pactos, pero no para hacer un balance. El Gobierno debía haber aprovechado este Pleno para hacer el balance y establecer un calendario de futuro.

Se han cumplido los aspectos coyunturales del compromiso económico, aunque se ha producido una rigidez en la política monetaria y una falta de atención a la política de empleo. El límite salarial se está cumpliendo estrictamente, pero, sin embargo, las contrapartidas del mismo no se han producido. (En este punto, el señor González se extendió ampliamente -su intervención duró setenta minutos- en el análisis de aquellos aspectos económicos de los pactos en los que el Gobierno y el empresariado no estaban cumpliendo lo pactado. Citó, a este respecto, la flexibilidad de plantillas, el plan energético, el proyecto de ley de acción sindical en la empresa, reforma fiscal, crisis en el sector siderúrgico, reforma de la Seguridad Social, plan de urbanismo y vivienda y reorganización del sector público.)

Nosotros no ofrecemos ayuda al Gobierno para conseguir partidas de poder. Creemos que la política de consenso es necesaria, pero, al mismo tiempo, exigimos al Gobierno que cumpla sus compromisos, entre ellos una mayor atención a la política de empleo y una mayor flexibilidad de la política monetaria.

El Gobierno tiene que gobernar, y está en las mejores condiciones para hacerlo. Si no puede gobernar tendrá que buscar otra fórmula; aquí se han ofrecido algunas, pero creemos que ninguna como la del marco de la política de consenso le va a permitir gobernar mejor.

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