Los senadores cuestionan la política exterior del Gobierno

Marcelino Oreja, ministro de Asuntos Exteriores, volvió ayer a referirse ante el Pleno del Senado a la «eventual incorporación de España a la OTAN», en su turno de réplica a los ocho grupos parlamentarios de la Cámara alta que intervinieron en el debate en torno a la declaración del Gobierno en materia de política exterior expuesta por el ministro el pasado 9 de marzo ante esta misma Cámara.

La alusión a la eventual incorporación a la OTAN fue hecha por el ministro al referirse al tema de la seguridad de España, «porque vivimos en una época conflictiva y el área en la que estamos inmersos afecta a nuestra propia seguridad». Sin embargo, el señor Oreja quiso dejar bien claro que la intervención que tuvo en el Pleno del Senado del 9 de marzo no significaba una apertura del debate atlantista, el cual se iniciará en su día, sino que en su exposición se había limitado a hacer un baremo de los pros y los contras para España de esa posible adhesión, dentro de un contexto global.El Pleno del Senado, que se inició a las cuatro y media de la tarde, aprobó por primera vez con unanimidad un proyecto de ley sobre cementerios civiles, que en su día presentó el senador por designación real Justino de Azcárate. Dicho proyecto, que define criterios de unificación en cuanto a recintos y creencias religiosas, deberá pasar -hecho que se produce por primera vez- al Pleno del Congreso tras haber sido previamente examinado por la Cámara alta. Por otra parte, fueron formuladas al Gobierno tres preguntas, presentadas dos de ellas por el Grupo Socialista y la tercera por el Grupo de Progresistas y Socialistas Independientes. Las preguntas hacían referencia, respectivamente, a problemas de autoabastecimiento de petróleo, la utilización por los partidos políticos de los locales dedicados a la enseñanza y a los traslados forzosos de los profesores de EGB que se vienen produciendo en Galicia.

Las intervenciones de los senadores, en síntesis, fueron éstas:

Manuel Gracia Navarro (Socialistas del Senado). Se debe de ir no sólo a la normalización de las relaciones diplomáticas con todos los países del mundo, sino a una verdadera intensificación y profundización de aquellas relaciones. Tendríamos que hacer un esfuerzo para buscar unos parámetros aceptados por todas las fuerzas políticas, aun con ópticas distintas, con el fin de llegar a una política exterior lo más global posible.

Discrepamos de la actuación del Gobierno en el tema de la defensa de los derechos humanos, ya que España podría jugar un papel Importante en este tema y no lo hace. Al grupo socialista le sorprende que el Gobierno plantee un debate nacional sobre la incorporación de España a la OTAN en el momento en que está planteado el tema de la Constitución y cuando el mismo Gobierno dejó de lado el tema de las elecciones municipales con el fin de no interferir en los aludidos debates constitucionales. El grupo socialista defendió la neutralidad por razones políticas.

Respecto al tema del Concordato, el portavoz de Socialistas del Senado dijo que el planteamiento del Gobierno era un planteamiento medieval que sólo conduce a privilegios y a situaciones extraordinarias que ni el pueblo ni la Iglesia pretenden.

Miguel Unzueta (minoría vasca). Pedimos que el ministro de Asuntos Exteriores no escatime esfuerzos para que la política exterior de España conduzca a la paz, al desarme, a la defensa de las personas y de los pueblos, de las culturas y la busca del orden equitativo mundial. Mi equipo es partidario del ingreso de España en la CEE. Con respecto al tema OTAN, no basta con querer ser neutrales, ya que para ello es preciso que nos dejen serlo. Geográficamente, estamos en el bloque occidental, y esta situación condiciona enormemente la política exterior española. Esperamos que España no llegue a ser nunca un campo de Marte y que no tenga que aceptar servidumbres innecesarias. Para la posible incorporación a la OTAN es necesario un gran debate previo.

Luis Sánchez Agesta (grupo Independiente). España debe incorporarse a la OTAN, pues no es posible la integración en el Mercado Común sin que España tenga responsabilidades en la defensa de Occidente. La incorporación de España a Europa tendrá que ser con todas sus consecuencias. Somos desde 1953 una potencia alienada con Estados Unidos, las bases de Rota y Torrejón figuran en todos los planos soviéticos en caso de un posible bombardeo o de una política de disuasión. Debemos incorporarnos a Europa sin olvidarnos, por otra parte, de nuestra responsabilidad en el Mediterráneo.

No se debe practicar una política exterior de partido, sino que debe ser una política exterior común y de solidaridad entre todas las clases políticas.

Víctor de la Serna (Agrupación Independiente). Su intervención fue, en gran parte, una clara defensa del diplomático de carrera. Con respecto al tema del Sahara declaró; «España sí fue soberana, porque al territorio saharaui se le concedió en otro tiempo la catalogación de provincia, por lo cual mi grupo rechazó la afirmación del ministro Oreja, según la cual España nunca había trasferido la soberanía a Marruecos y Mauritania, ya que nunca la había ostentado. La política exterior española no debe de buscar otra salida que la defensa de los intereses nacionales.

Fidel Carazo (Grupo Mixto). Se necesitaría un mes para aclarar ese agua turbia que existe en el océano de la política exterior española Cualquier español que tuviese que encarnar al ministro de Asuntos Exteriores difícilmente se movería por sendas distintas a las que se ha movido el actual titular.

España debe de buscar en política exterior la dignidad que le corresponde. No se puede mendigar a la puerta de la CEE y llamar a las ventanas del Comecon. El optimismo del pueblo español con respecto a esta materia hay que buscarlo, y creo qué -esta Cámara ni lo busca ni lo otorga. Es necesario que se nos abran las puertas de Europa para una entrada triunfal de España.

Alejandro Cirici Pellicer (Entesa dels Catalans). La política exterior española peca de una óptica -casi exclusivamente teórica, de una falta de protagonismo en problemas reales, de falta de planes de acción práctica, de un excesivo empeño en ir tapando agujeros, de una excesiva diversificación en zonas de intereses secundarios y de una visión global planetaria. Igualmente peca de una falta de coordinación en temas económicos, culturales y sociales. Oreja, que ha hecho manifestaciones favorables y triunfalistas, no ha ofrecido planes concretos. La entrada de España en la OTAN podría ser un buen pretexto para la ampliación del pacto de Varsovia.

Nicolás de Benito (Progresistas y Socialistas Independientes). Las decisiones del Gobierno español sobre política exterior deben ser reflejo fiel de las opciones del pueblo. Y no creo que lo sean. No queremos decir que el Gobierno Suárez no tenga política exterior, pero el Gobierno debería explicar cuál es su posición concreta sobre temas como el Sahara, Israel, política de bloques, pesca, etcétera.

Con respecto a la OTAN, ningún grupo político está autorizado a tomar ninguna decisión propia, y por eso nos sorprende la postura pro atlantista del Gobierno ex puesta por el señor Oreja.

Luis María Enciso (UCD). La adhesión a la CEE ofrece un panorama de clara esperanza matizada por la lentitud, prudencia y obligada dilación que al final beneficiará, sin duda, a España. Sí existe una clara política exterior de España con respecto a las grandes áreas de poder y con respecto a Europa, Asia y América. La exposición del ministro Oreja, a pesar de haber silenciado éste algunos temas, fue densa y esclarecedora.

Marcelino Oreja (ministro de Asuntos Exteriores). La declaración del Gobierno de 9 de marzo revela la existencia clara y nítida de que la política exterior del Gobierno existe. El Gobierno quiere que su política exterior sea fruto del más amplio consenso posible.

El tema de los derechos humanos constituye uno de los principios sobre los que se sustenta la política exterior en su afán de caminar hacia la paz, el desarme, el equilibrio y un orden internacional justo. No son principios vagos, sino pautas de comportamiento que orientan y presiden la acción del Gobierno.

El Gobierno español se ha abstenido en la ONU en la votación sobre Chile porque aquél se opone a todo humanitarismo servil, aunque seguirá esforzándose para que los mecanismos de garantía y control de las Naciones Unidas sean eficaces.

En cuanto al tema de la pesca, en estos momentos el Gobierno se encuentra en plena negociación para lograr un acuerdo-marco con la CEE aunque el tema presenta unas lógicas dificultades para adecuar los acuerdos bilaterales de 1977 al actual momento del Mercado Común. Aunque existen problemas en la negociación con la CEE que nacen de la Comunidad misma, avanzamos para ingresar en la CEE en un plazo no muy largo. Con respecto a la OTAN y en respuesta al portavoz del Grupo Socialista, he de decir que existe un comunicado conjunto entre el PSOE y el Partido Comunista de la Unión Soviética en el que ambos se muestran partidarios de que no haya ningún nuevo ingreso de ningún miembro en la OTAN. Hay que dar una nueva dimensión económica a nuestra política exterior y concretamente a nuestras exportaciones fomentando éstas y estimulando a los sectores más necesitados al tiempo que perfeccionando los sistemas de seguros de crédito a la exportación.