La literatura para niños, en lucha con los viejos mitos

Los títulos que se les brindan hoy a los pequeños lectores, e incluso a los niños que aún no están en edad escolar, presentan cada vez con mayor intensidad una imagen nueva de ese mundo especial de la infancia, con libros didácticos de un lado, libros de fantasía de otro y entre medias numerosos títulos que hablan de la fauna, de la flora, de la naturaleza en contacto con el niño.«Es cierto que se produce una contradicción evidente entre la nueva literatura infantil y juvenil que se le ofrece al niño -explica María José Gómez Navarro, especialista en libros infantiles de la editorial Alfaguara- y los libros que en realidad les compran sus padres, y que siguen siendo, desgraciadamente, las viejas historias de su infancia. Sin embargo, la literatura infantil ha ido aproximándose al niño real, han ido apareciendo en ella los temas que se les plantean en la vida cotidiana, casos de padres separados como el cuento Las dos Carlotas, ejemplos de una literatura social que intenta volver la vista atrás y recoger de una manera asequible para el niño algunos importantes sucesos de la historia; este es el caso, por ejemplo, de Bernardo y los bandoleros, que relata con mucha inteligencia los sucesos del Corpus de Sangre en Barcelona. También la corriente de libros activos representada por textos de la editorial Juventud, que intentan conseguir del niño una participación incluyendo juegos, o recortables, caso de esa Guerra de las Galaxias de Plaza y Janés, la colección Títere, etcétera. Lo malo, como decía, es que la inmensa mayoría de los padres desconocen estos textos, y al margen de unas cuantas librerías que los potencian, el resto sigue aferrado a los viejos libros, a pesar de que cada vez les interesan menos a los pequeños.»

Ecología y feminismo

Un tímido reflejo de la realidad social de nuestro tiempo se encuentra también en algunos títulos de literatura para niños. Aunque con retraso, las nuevas corrientes se abren paso en nuestro país, donde por fin se editan joyas de la literatura infantil, como es el caso del cuento de Maurice Sendak Dónde viven los monstruos, que levantó una verdadera polémica al editarse por primera vez en Estados Unidos en 1963. La fuerte corriente ecologista está representada por un cuento de Luis Murschetz, El topo Grabowsky, en el que se plantean de una manera sabia ante el niño los problemas de la destrucción de la naturaleza, la sustitución de los espacios verdes por rascacielos que amenazan al pequeño topo protagonista de la historia y a todos sus amiguitos.La serie feminista de las italianas Nella Bosnia y Adela Turín, editada por Lumen, se desarrolla con otros tres títulos, uno de ellos de reciente aparición, La historia de unos bocadillos, al que se unen Historia de los bonobos con gafas y Las cinco mujeres de Barbanegra, todos ellos en la misma línea radical de potenciación de los valores femeninos a los masculinos, que son siempre motivo de ridiculización y crítica. Barbanegra es una visión distinta de Barbazul que pinta un personaje absurdo frente a sus cinco mujeres, a las que repudia una tras otra.

Los relatos de aventuras presentan una novedad de interés, el cuento de Carmen Kurtz que continúa su famosa serie de Oscar, Oscar en las islas, con el que la autora será candidata por España al premio Andersen que se concede el próximo mes de octubre en Alemania. Dentro de esta parcela del libro de aventuras, la colección Los niños y los animales, de la editorial Fer, presenta varios títulos de gran interés para niños de diez a doce años; Lionel y los animales de la montaña y Valerie y los peces son dos buenos ejemplos de cómo se puede aproximar de una manera interesante el niño al mundo animal que le rodea.

Una visión auténtica de la infancia

Acaban de ponerse a la venta en el mercado español algunas traducciones interesantes de textos para niños, caso de los cuentos coeditados por Dalmon de los autores húngaros Eva Janikovsky y Laszlo Reber Lo creas o no y Siempre me ocurre algo, que representan el sentir del niño ante el mundo familiar y social que le rodea. En ambos casos, al igual que en su anterior libro, Si yo fuera mayor, los autores se sitúan en la perspectiva del niño que siente la vida a su manera. También el cuento Los tres astronautas, de Umberto Eco y Juan Marches¡, aporta nuevos aires al mundo de la fantasía infantil. Una corriente aún más intimista y más empapada de la psicología del niño es la representada por la autora alemana Ursula Wolfes en su serie de cuentos Campos grises, campos verdes. En ellos, la escritora plantea aspectos normalmente considerados como negativos de la personalidad infantil, y muestra la posibilidad de liberarlos como una vía segura de felicidad y auténtica integración social de los pequeños. Se trata de ir más allá de los planteamientos simplistas y de las imágenes prototípicas del niño bueno. En su caso, como en el del revolucionario Maurice Sendak, el niño aparece con sus odigs y sus entusiasmos, tal y como es. Los monstruos representan a los personajes de la vida cotidiana que le oprimen o simplemente le molestan.

Lectura de participación

La editorial La Galera, que ha iniciado una serie sobre temas catalanes en una línea más localista, acaba de presentar una interesante colección didáctica para niños de pocos años; se trata de Sopa de ajo, con una inspiración activa al igual que la colección Tina Ton de juventud, para niños de tres a seis años. Hasta ahora han aparecido seis números de esta última, libros de imágenes para ayudar a hablar a los pequeños en los que se incluye un juego recortable relacionado con el tema del cuento. La continuidad del dibujo permite al niño seguir la historia con más atención y se le da al mismo tiempo la oportunidad de escribirla él mismo, con ayuda de una persona mayor, ya que el cuento carece de texto.En esa misma línea de participación del niño en la lectura que se le ofrece se sitúan editoriales como Santillana, que en los último tiempos ha publicado numerosos títulos para niños y escolares, con una orientación esencialmente didáctica.

En este mismo estilo se sitúan lo, cuentos de Dick Bruna, o la recopilación de Gloria Fuertes que acaba de aparecer bajo el título de La oca loca, en donde se describen dibujos de objetos cotidianos y animales.

Reconstrucción histórica

Los libros juveniles presentan mas títulos de reconstrucciones históricas, caso de Yo tengo siete vidas, sobre Ernesto Guevara, que ha editado Lóguez, o del relato de Judith Kerr Cuando Hitler robó el conejo rosa, que acaba de publicar Alfaguara. En este último caso se trata del relato autobiográfico de una niña judía poco antes de la subida de Hitler al poder en Alemania, que obliga a la familia de la pequeña a escoger el camino de la emigración.La importancia de la literatura infantil, puesta de manifiesto en el número de ferias y certámenes que empiezan a celebrarse por todas partes, viene unida a una mayor preocupación a determinados niveles por el mundo infantil. Ediciones Altea ha organizado en este contexto de interés por los niños y sus derechos un concurso: «Así son nuestros derechos», en el que se invita a los niños a pensar y escribir sobre este tema. La fecha límite de entrega de los trabajos se sitúa el 31 de mayo próximo, y al concurso pueden concurrir todos los niños de la edad preescolar hasta la adolescencia.

A pesar de que la difusión de estos libros infantiles de línea progresista es bastante escasa a nivel nacional, existen ejemplos de colecciones que han tenido una gran acogida a todos los niveles. Este es el caso de La senda de la naturaleza, editado por Plesa para niños de diez a doce años, de un fuerte matiz didáctico pero de gran amenidad, donde se informa a los pequeños de una manera detallada de las características de los animales. La Primera Biblioteca Altea, en su serie roja, presenta también una serie de cuentos que descubren ante los niños algunas realidades con las que están en contacto: Soy un cine, Soy un museo, etcétera, son alguno de los títulos. Con ellos se afianza también la línea realista de un literatura fundamental que poco a poco está cambiando sus planteamientos.