Fraga: "Hemos propuesto seriamente un Gobierno de centro-derecha"

«No ha existido ninguna operación para incluir mi nombre en una futura remodelación del Gobierno Suárez; lo que si ha habido es una propuesta seria, por nuestra parte, para hacer una nueva mayoría en el Congreso y formar, entre las fuerzas de centro-derecha, un Gobierno de coalición, con el fin de definir de una vez los dos grandes bloques naturales del país», afirmó ayer en Granada Manuel Fraga, secretario general de Alianza Popular (AP).

El líder de AP acudió a Granada para pronunciar una conferencia sobre «los problemas de una Constitución para España». En el encuentro que mantuvo con los informadores, antes del acto político, el señor Fraga dijo también: «Yo daría el pasaporte ahora mismo al señor embajador argelino, para que se fuera a incordiar a su país y nos dejara en paz a los españoles»Respecto al tema del terrorismo, el líder de AP se mostró partidario de la aplicación de una ley especial que dé más poder a la policía y amplíe los plazos de que disponen los jueces, y dijo que «para los hombres que, a sangre fría, disponen de la vida de las personas inocentes deben ser aplicadas las sanciones más duras de que se disponga, llegando, por supuesto, a la pena de muerte como última instancia».

Durante la reunión con los periodistas el señor Fraga se mostró favorable a la concesión de las autonomías regionales en España, ratificando una vez más, sin embargo, la negativa de su partido a la aceptación del término nacionalidades, y aseguró que «los primeros pasos serios dados en este país en el sentido autonómico fueron precisamente bajo mi iniciativa, como ministro de la Gobernación en el primer Gobierno de la Monarquía».

A lo largo de la jornada de ayer el señor Fraga intervino en un mitin político, por la mañana, ante unas 2.000 personas, y se refirió a las dos actitudes que, desde su punto de vista, resultan hoy más negativas para la clarificación de la actual fase política en nuestro país: por un lado, «el inmovilismo nostálgico de quienes quisieran pasar a la historia», y, por el otro, «el progresismo irresponsable de los que sólo quieren cambiar por cambiar y destruir por destruir».

Guerra al terrorismo

Las palabras de Fraga que arrancaron más aplausos de sus simpatizantes fueron, sin embargo, aquellas que hicieron referencia a la declaración de guerra abierta contra el terrorismo como única solución para acabar con este problema en España («ya que toda debilidad les da ánimos y sólo la firmeza los destruye»), la aplicación de una ley de flexibilización de plantillas, la entrada inmediata de nuestro país en la OTAN y la petición de ruptura de relaciones diplomáticas con Argelia y «algún otro país africano que da asilo y protección a terroristas declarados como Cubillo» así como una crítica acerba de «aquellos Gobiernos que se dicen amigos, como es el caso de Francia, pero que siguen poniéndonos dificultades egoístas en Europa e incluso en la propia seguridad de nuestras fronteras».

Como dato significativo hay que destacar que, a la salida del cine, un numeroso grupo de personas aplaudió y vitoreó al líder aliancista con gritos de Fraga, Fraga, mientras algunos jóvenes y personas ya mayores, en número aproximado de cuarenta, entre los que había conocidos miembros de Fuerza Nueva en Granada, cantaron, brazo en alto, el Cara al Sol, ante el disgusto de los organizadores del acto.

Durante la conferencia que pronunció a las siete de la tarde, en un hotel granadino, el señor Fraga se extendió sobre el proyecto constitucional, y al abordar la actitud de consenso con que se ha elaborado dijo que «no cabe imaginar un compromiso o consenso al ciento por ciento; ha de aspirarse a lograrlo en la mayoría de las cuestiones, tal vaz en un 80% del texto constitucional, pero siempre habrá cuestiones que tendrán que ser decididas por mayoría, y de modo inevitable, un día tiene que terminar el debate al respecto».

«El texto resultante -resumió el señor Fraga- es, en cuanto a la extensión, medio, tirando a largo; en cuanto al estilo, mediano, como todo texto de compromiso, pero no tan malo como algunos críticos superficiales han pretendido; de técnica, bastante aceptable, en conjunto, todo lo cual es de esperar que mejore en las fases sucesivas del debate en ambas Cámaras.»