Suárez presentará al Congreso el calendario político
El retorno a la actividad política, una vez concluidas las vacaciones de Semana Santa, trae a la actualidad el próximo debate sobre la Constitución y las explicaciones que el Congreso de Diputados recibirá del Gobierno en el Pleno del 5 de abril en torno a la última crisis ministerial y a la ejecución y posible puesta al día de los pactos de la Moncloa. Estos temas coinciden con la ocupación prioritaria que ha llenado las jornadas del presidente Adolfo Suárez, quien permaneció en Madrid toda la semana y ayer se reincorporó a su despacho. El presidente ofrecerá al Pleno del Congreso el calendario político de su Gobierno.
El viaje que el presidente de la Generalidad de Cataluña, Josep Tarradellas, realizará a Madrid en los primeros días de abril -ayer se aseguraba en fuentes solventes que la fecha definitiva de llegada sería el día 3, lunes- no preocupa al Gobierno, si bien en estos momentos se preparan los últimos detalles de la visita oficial, durante la que el señor Tarradellas se entrevistará con el señor Suárez y será recibido por el Rey. El plan de trabajo, que se ultima en la Presidencia del Gobierno y en el que se cuenta con la participación de Frederic Rahola, consejero de Gobernación de la Generalidad, no prevé temas especialmente conflictivos. Por el contrario, en fuentes próximas al palacio de la Moncloa se considera que existe una coincidencia esencial entre el Gobierno y la Generalidad, incluso en lo relativo al traspaso de competencias para agilizar el proceso autonómico.La preocupación principal del presidente Suárez, a corto plazo, reside en salir airoso ante el Pleno del Congreso, tras la derrota sufrida el pasado 1 de marzo, cuando la mayoría de los diputados consideraron insuficientes las explicaciones ofrecidas por el vicepresidente Fernando Abril, y toda la Cámara se mostró de acuerdo en que el Gobierno explique la crisis última y el desarrollo de los acuerdos de la Moncloa, así como que exponga de forma pormenorizada «las actuaciones que piensa llevar a cabo el Gobierno, a la vista del proceso constituyente».
Al margen de las explicaciones sobre la crisis, que ya queda demasiado lejos, y sobre los pactos de la Moncloa, cuyo incumplimiento por el Gobierno no ha sido hasta ahora denunciado formalmente por la oposición, el eje de la exposición gubernamental ha de girar necesariamente en torno a la política del Gabinete durante los próximos meses de culminación del proceso constituyente. En otras palabras, Suárez tiene que revelar el 5 de abril su calendario político.
Adolfo Suárez proyecta completar en los próximos días las consultas ya iniciadas antes de Semana Santa con los líderes políticos, a fin de obtener el máximo consenso parlamentario sobre su propuesta de calendario. Sin embargo, no parece seguro que el presidente del Gobierno esté dispuesto a anunciar todavía un proyecto que desde hace semanas viene estudiándose en el seno del Gobierno y de los órganos directivos de Unión de Centro Democrático (UCD): la convocatoria en fecha simultánea o muy próxima de elecciones municipales y legislativas, una vez aprobada la Constitución en referéndum.
Según fuentes fiables de UCD, esta decisión puede depender de la marcha de los debates parlamentarios sobre la Constitución, y muy especialmente, del resultado que obtenga la enmienda ucedista que propone una disposición transitoria según la cual las actuales Cámaras, tras la entrada en vigor de la Constitución, asumirán «las funciones y competencias que en ella se señalan, respectivamente, para el Congreso y el Senado».
El trabajo de los letrados de las Cortes para la redacción del informe de la ponencia constitucional -el Sábado Santo y ayer, lunes, celebraron nuevas reuniones- permite asegurar que en la fecha prevista estará terminado, y a partir del 5 de abril podrá ser examinado por los ponentes, antes de su publicación en el Boletín Oficial de las Cortes, momento a partir del cual deberá transcurrir un plazo de quince días hasta el comienzo del debate del anteproyecto en la Comisión Constitucional.
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