Sólo cuarenta pueblos de la provincia no están obligados a fusionarse
Una de las medidas básicas que permitiría crear las condiciones necesarias para solucionar los problemas de los pequeños pueblos de la provincia sería la fusión en uno solo de grupos de municipios que hoy cuentan con poblaciones de menos de quinientos habitantes, y que, de acuerdo con estas cifras, disponen de presupuestos económicos que no sobrepasan el medio millón de pesetas.
Sin embargo, las rencillas entre localidades cercanas, el miedo a que el municipio donde se asiente el ayuntamiento resultante discrimine a los restantes, y una especie de individualismo nato de los vecinos que prefieren ser cabeza de ratón, aunque eso les imposibilite tener agua, alcantarillado o alumbrado público, hace que el proceso de fusión de nuestros pueblos avance muy lentamente.Así, el pasado 18 de marzo debía haberse proclamado la creación de municipio de Valle del Villar, formado por la integración de Berzosa de Lozoya, 76 vecinos, Robledillo de la Jara, 96 vecinos, y Puebla de la Sierra, que sólo alcanza los 74 habitantes. Parece ser que algunos de ellos ponían como condiciones el que se aprobara primero la construcción de carreteras entre ellos que aseguraran una comunicación fácil, y ante la imposibilidad por parte del Gobierno Civil de hacer la promesa sin contar antes con la opinión de otros organismos implicados, la fusión no se realizó.
Expertos en administración local piensan que serían necesarias muchas más fusiones, teniendo en cuenta que sólo cuarenta pueblos, de los 177 con que cuenta la provincia hoy, superan la cifra de 5.000 habitantes.
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