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Mentalidad, más que dinero

Al irregular Atlético de Madrid, por llamarle de alguna forma que reflejara bien sus desgracias, hace tiempo que se le denominó «el Pupas». Después de su renqueante temporada ha confirmado con creces el apelativo, pero ya no es el único. Aunque parezca mentira, no es más que un ejemplo -quizá privilegiado, pero particular- de algo mucho más grave e importante. El verdadero «Pupas» actual en España es todo el deporte. Sus problemas actuales, y ya sempiternos, así lo indican. El Atlético, que se autoabastece -dentro de lo que puede y de lo que da de sí el Banco de Valladolid-, no es de los afectados, al menos de forma directa. Pero sí muchos otros. El tinglado profesional, que ha mantenido el deporte de «ver» hasta extremos insospechados, sólo tiene los problemas que se ha buscado. El amateur, en cambio, que ha vivido y vive sólo de un juego -las quinielas- olvidado del Estado y de la mentalidad ciudadana para su práctica, se encuentra ahora con las dificultades de la recesión económica.El deporte español no levantará cabeza jamás mientras al más alto nivel no se tome conciencia de que es una parcela importante en el país; mientras el Ministerio de Educación, por poner sólo un ejemplo, no se entere de que un buen estudiante, un buen universitario, no es peor por practicar deporte, sino al contrario. Las cifras de miles de millones siempre serán insuficientes, porque el déficit de instalaciones es de muchos miles más. Se podría pasar factura a quienes han hecho palacios de deportes de lujo, por el precio de cuatro funcionales o pistas de atletismo cuadradas, sólo para ganar un nuevo y jugoso dineral al rehacerlas, como los malos asfaltados de las carreteras. Pero sería completamente inútil. Seguimos casi igual.

El problema fundamental no es de dinero, sino de mentalidad. Si fructifica algún día la idea de que el deporte es de verdad importante, los partidos políticos ayudarían, y el pueblo, también. En Cuba, cuando no había instalaciones, se hacía deporte en las calles. Ahora, como ya comentamos, aquí se copia la idea con una Liga de la Juventud, casi recién nacida y artificial, pionera increíble entre tanto inconveniente y estamentos inútiles.

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