Pablo VI defrauda a la Iglesia integrista
Pablo VI ha querido celebrar con la máxima solemnidad el centenario de la muerte de Pío IX, el Papa del pontificado más largo de la historia, autor del concilio que definió la infalibilidad del Papa. Pío IX, el papa Mastai, fue también el promulgador del famoso Syllabus, que es un catálogo de duras condenas, contra la sociedad moderna y contra la libertad religiosa. En el acto de celebración del centenario estuvieron fieles, treinta cardenales, todos los miembros del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y los ministros italianos de Asuntos Exteriores y de la Justicia, Forlani y Bonifacio. El ala más conservadora de la curia esperaba este acto solemne para resucitar de la tumba al Papa duro, al Papa de los dogmas. Pero han quedado muy desilusionados porque Pablo VI no sólo no ha hablado de beatificación de este Papa, sino que incluso ha dicho: «La complejidad de los hechos que se verifican y de los problemas que se plantearon en el curso de un pontificado tan largo es aún hoy una materia abierta bajo el aspecto histórico.» El papa Montini no ha hablado de la infalibilidad del Papa, precisamente en un momento en el cual los católicos más intransigentes piden la condena del libro del histórico suizo Pon Hasler, quien afirma que el concilio Vaticano I de Pío IX no fue un concilio libre, sino manipulado, y que por eso la Asociación de Teólogos de Estados Unidos ha pedido una revisión de ese concilio, en el cual se definió la infalibilidad pontificia. Pablo VI, en el rito solemne, se ha limitado a exaltar el aspecto espiritual y apostólico del papa Mastai, considerando providencial para la Iglesia el fin del poder temporal.
