El documento PSOE-PSP reafirma el marxismo del Partido Socialista

El proyecto de resolución política e ideológica elaborado por la comisión de unidad para la unificación entre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y el Partido Socialista Popular (PSP) constituye una reafirmación marxista de partido resultante de la fusión de ambos. «El Partido Socialista es un partido de clase, de masas, marxista y democrático», se dice en el documentado solicitado por Europa Press, que incorpora, en términos generales, muchas de las elaboraciones ideológicas realizadas por el PSP.

El acuerdo-marco ideológico se inicia con un análisis de la sociedad europea actual y de su desarrollo en los últimos años. «Durante la fase de acumulación del último periodo neo liberal -se afírma- el capitalismo europeo no ha reformado, ni racionalizado sus estructuras.» «En estas circunstancias -prosigue- al valor general del socialismo se añade una función concreta: solamente un modelo socialista es capaz de integrar, racionalizar y humanizar la sociedad industrial.» Según los socialistas, existe una dictadura de las obligaciones mecánicas cotidianas. «Aún en los países donde los textos constitucionales garantizan las libertades y derechos políticos -dice el documento- impera la dictadura del sistema, una dictadura sin rostro.»Al profundizar en la situación actual de nuestro país, se afirma que una enorme responsabilidad histórica pesa sobre los socialistas, dado que «sólo ellos pueden ofrecer al país un modelo de vida, unas ideas y unos motivos de movilización política y nacional que vivifiquen al país». Esta responsabilidad histórica es la que ha llevado a las dos principales formaciones socialistas de España a buscar la unidad.

El acuerdo-marco se muestra especialmente violento contra el sistema capitalista. «No se trata de corregir mediante retoques y reformas los defectos más sangrantes del capitalismo», afirma Y añade que los socialistas son conscientes de la capacidad de absorción que posee el sistema capitalista avanzado para integrar las reivindicaciones y los desafíos socialistas, «convirtiendo a unos y a otros en elementos compensatorios que permitan la perpetuación de la dominación de clases».

Marxista, de clase

Una gran parte del documento se dedica a resaltar la importancia de la democracia interna dentro del partido socialista y en todos los niveles de la vida pública española. «Sabemos que el cansancio de la vida parlamentaria, la inevitable separación entre representantes y representados, es el peor enemigo de la democracia y del socialismo, por ello consideramos esencial aquella formulación que combina la lucha parlamentaria con la movilización popular en todas sus formas, creando órganos democráticos de poder de base y buscando la profundización del concepto de democracia mediante la superación del carácter formal de las libertades políticas en el Estado capitalista. »

El partido socialista resultante de la fusión PSOE-PSP se declara de clase, de masas, marxista y democrático. Define el método marxista como «el acercamiento científico a la transformación de la sociedad capitalista a través de la lucha de clases como motor de la historia» y recoge el principio de la autogestión. «Solamente el socialismo hace compatible la justicia con la libertad y ésta se basa en la autogestión».

Tras aludir a la condición proletaria de los trabajadores intelectuales y a su necesaria inserción en el socialismo, el acuerdo-marco fija los objetivos del socialismo español: la consecución de una sociedad sin clases, con un programa y acción que están encaminados a la superación del modo de producción capitalista, «mediante el ejercicio del poder político y económico y la socialización de los medios de producción, distribución y cambio por las clases trabajadoras».

«Nuestro ideario -dice más adelante- nos lleva a rechazar cualquier camino de acomodación al capitalismo o su simple reforma. Un socialismo autogestionario, meta que se propugna, implica un proceso de socialización de la economía en los diversos niveles decisivos del Estado.»

Los socialistas señalan que bajo el capitalismo de Estado la competencia toma formas burocráticas pero igualmente inhumanas.