Los partidos parlamentarios discuten el reparto de la "tarta" municipal
Los partidos políticos se disputaron ayer, en la Comisión de Interior M Congreso de Diputados, el poder en los municipios. El, sistema de elección de alcaldes no se resolverá hasta mañana -si no ocurre un milagro, en el sentido previsto: será alcalde el primer candidato de la lista de concejales ganadora-, pero ya ayer el debate, que no va a modificar los votos, resultó clarificador. Los partidos parlamentarios discuten entre sí sobre el reparto de la tarta municipal, pero están de acuerdo en una cosa: no ampliar el número de comensales. En las municipales serán, pues, sólo los que están en el Parlamento, aunque ello de lugar, quizás, a que no estén en los municipios todos los que son.
La congelación de la actual situación política partidaria se puso de manifiesto, ayer de forma destacada al establecer la presencia de las fuerzas políticas durante la campaña electoral en el Comité para Radio y Televisión. Como en otros temas menores, el consenso se obtuvo con facilidad. Una primera redacción, que garantizaba la presencia en dicho Comité sólo a las fuerzas y coaliciones que obtuvieron en las elecciones del 15 de junio un 20% de votos en las circunscripciones en las que presentaron candidatos, fue objetada por los comunistas («nos quedamos fuera», advirtió el señor Sánchez Montero). Se modificó la redacción en el sentido de que baste con haber obtenido cinco diputados el 15 de junio para estarpresente en el citado Comité. «Ahora entramos todos», suspiraron aliviados los representantes de los grupos más pequeños.El problema surgió en el articulo 26, que regula la elección del alcalde. Las posiciones quedaron fijadas más en función de la dimensión política de los partidos a escala del Estado que a escala local. Así, el PNV, que es un partído mayoritario a nivel de Euskadi, hizo frente común con las restantes minorías parlamentarias. En cambio, socialistas de Cataluña, grupo para el que el sistema electoral previsto no ofrece ventajas particulares, se unió con los dos grandes -UCD y PSOE-, en base seguramente a la identificación con este último, hermano mayor a nivel del Estado.
La elección como alcalde del primero de los candidatos de la lista de concejales, sistema que, según se repitió ayer, favorece el bipartidismo, une coyunturalmente a centristas y socialistas. En nombre de estos últimos, el señor Galeote se encargó de recordar que la coincidencia es episódica, a propósito de la fijación de las reglas del juego, ya que después, a la hora de la verdad de las elecciones, el enemigo del PSOE será UCD, mientras los socialistas no tendrán inconveniente en realizar con las fuerzas políticas en presencia los pactos necesarios para gobernar democráticamente los ayuntamientos.
Sin embargo, el mapa de fuerzas que dibujarán las elecciones municipales, va a exigir queel matrimonio de conveniencia continúe casándose constantemente a nivel local para permitir que los municipios sean de verdad gobernables. En todo caso, la lucha parlamentaria está centrada en estos momentos entre grupos grandes y pequeños. Las argumentaciones que estos últimos -que proseguirán mañana, tras la pausa obligada del Pleno del Congreso en la tarde de ayer- invocan, casi habría que decir que imploran, a los colosos de la Cámara para que cambien de criterio y permitan unos alcaldes elegidos por los concejales.
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