Cerradas 49 salas de bingo por infracciones al reglamento

Cuarenta y nueve de las 66 salas de bingo que estaban autorizadas en Madrid han sido cerradas por orden del Gobierno Civil de Madrid, por un tiempo de tres meses, como sanción por haber aparecido en ellas diferentes irregularidades previstas en el articulo 27 del Reglamento Provisional del Juego del Bingo, que fue publicado en el Boletín Oficial del Estado el 27 de junio del año pasado.

Las infracciones que se aducen para esta sanción de cierre por orden gubernamental son irregularidades en los cartones -repetición de series, cartones nuevos, etcétera-, no admisión de reclamación de clientes, falta de control de entrada -sobre todo para menores- no llevar correctamente los libros de Hacienda, carecer de delegado de juego e inclusión de datos defectuosos en el levantamiento de las actas diarias.Además de la suspensión de actividades durante tres meses, las salas de bingo clausuradas han sido sancionadas con sendas multas de medio millón de pesetas. Ambas sanciones suponen el máximo previsto en el Reglamento provisional citado.

Aparte de un buen número de casas regionales que tenían instaladas salas de bingo, los locales sancionados son el Hotel Meliá Princesa, el Círculo de la Unión Mercantil e Industrial, la Peña Taurina El Siete, la entidad mercantil Habana 73, el Club Deportivo Colonia Moscardó y la Sociedad de Tiro de Pichón.

En estos momentos quedan abiertas cuatro salas de bingo en Madrid capital, más otras tres en la provincia. Las salas de la provincia se encuentran en Miraflores de la Sierra, San Lorenzo del Escorial y Arganda del Rey. Las de la capital son las de la Casa Gaditana, la Gran Peña de Madrid, la Asociación de la Palabra Culta y Buenas Costumbres y el Club de los Angeles. Aparte de éstos, hay otros diez bingos que cuentan ya con el correspondiente permiso gubernamental, aunque todavía no han hecho uso de él para abrir sus instalaciones.

Eduardo García Corredera, vicepresidente de Puente Cultural, una de las empresas afectadas, comentó ayer a EL PAÍS que aún no tienen órdenes de cierre y no saben si la norma se hará ejecutiva. Según el señor García Corredera, Puente Cultural puede ser sancionada, en su sala de bingo, por unir series de cartones, es decir, por unir los cartones invendidos en una jugada a los que son jugados en la siguiente ocasión. Este hecho, que puede motivar el cierre de todos los bingos cuando las salas aún autorizadas sean visitadas por inspectores, ha sido perfectamente habitual en todos los locales hasta que Hacienda dispuso que los cartones invendidos en una serie (cada serie es una jugada) fueran guardados, remitidos a, Hacienda y posteriormente reembolsados a los propietarios del bingo.

«Esta disposición -dijo el señor García Corredera- se cumple desde que Hacienda lo dispuso así, pero anteriormente era una actitud normal unir series de cartones, ya que en determinadas jugadas los cartones invendidos suponen una fuerte suma, cuando hay pocos jugadores. Realmente las normas son confusas, prolijas e improvisadas. Los cartones, que antes costaban dos reales, ahora cuestan dos pesetas y se compran en Hacienda. Pero en algunas ocasiones hemos tenido que vender solamente cartones de quinientas pesetas porque no se nos suministraban de cien ni de doscientas.»

El cierre de 49 bingos, o la suspensión temporal, puede suponer graves pérdidas para centros que habían invertido hasta un millón de pesetas en las máquinas electrónicas. La recaudación de Puente Cultural, por ejemplo, desde que abrió la sala en noviembre, ha sido de 500.000 pesetas, una vez descontados gastos.