Juan María Bandrés: "La delincuencia actual hunde sus raíces en la corrupción pasada
Juan María Bandrés (Euskadiko Ezkerra). La proposición de ley de indulto general para presos sociales ha sido firmada por veintisiete senadores, pertenecientes a cuatro grupos parlamentarios, y por uno de designación real. Detrás de esta proposición están 10.000 presos sociales, de ellos 6.000 preventivos y 4.000 condenados. También, varios millares en libertad condicional en espera de juicio y los miles de ciudadanos sobre los que pende, como una espada de Damocles, la más reaccionaria de las leyes: la de Peligrosidad Social.No pretendemos que se apruebe en este momento el texto de la proposición. Querernos que se dé luz verde para que se tramite el proyecto, cuyo texto podría posteriormente ser matizado, corregido o recortado. En la base de esta proposición está un fundamento filosófico de estricta justicia. En las cárceles están los pobres, las víctimas de las circunstancias económico-sociales, mientras que los autores de la especulación del suelo, del fraude fiscal y de la evasión de capitales están fuera de ellas.
Nuestra pretensión es que se ponga sobre la mesa del Senado el tema, gravísimo tema, de los presos sociales. Yo tampoco soy partidario de los indultos generales sí se parle de una situación justa, si tuviésemos leyes justas y una justicia adecuada. Pero éste no es el caso. Actualmente, las cárceles se han convertido en escuelas superiores de delincuencia. Los presos, perdonad mi sinceridad, tienen razón. La sociedad ha creado las condiciones para que estén en las cárceles. La sociedad, que ha creado los delincuentes, sólo tiene como solución cogerlos y meterlos en la cárcel. El 90% de los presos proceden de las clases obreras y campesinas.
La delincuencia que se produce hunde sus raíces en la corrupción que viene de atrás. La delincuencia debe combatirse luchando contra el paro, dando oportunidades a los jóvenes, invirtiendo en equipamíentos Colectivos y sociales.
A los socialistas quiero decirles que muchas veces he votado con ellos y espero que ahora no defrauden a los presos. Al grupo de UCD, que dice ser de inspiración cristiana, quiero decirle que un grupo que no sabe llevar a las fórmulas políticas el cristianismo no es cristíano. Yo soy especialista de causas perdidas, pero a corto plazo, puesto que la historia camina lenta, pero inexorablemente, y algún día los presos estarán en la calle, como lo están aquellos a los que defendí en el desaparecido Tribunal de Orden Público y en muchos consejos de guerra.
Vicente Sánchez Cuadrado (UCD). La excarcelación que se propone causaría estupor, temor e inseguridad en la sociedad española. La concesión de un indulto echaria sobre esta Cámara un profundo desprestigio y nuestros electores nos podrían llamar irresponsables y acusarnos de frivolidad legislativa.
Por otra parte, en la exposición de motivos de las proposiciones existen argumentos que desaconseján su aprobación. Se dice que los delitos son consecuencia de leyes derivadas de una situación política superada. Eso no es cierto. Los delitos proceden de la propia naturaleza humana. No sotros, antes de poner en la calle a los presos, queremos crear un nuevo sistema penal, legislativo y penitenciario.
Luis María Xirinacs (Entesa dels Catalans). Mis contactos prolongados en la cárcel con los presos sociales, con funcionarios de prisiones, con jueces y policías, me han permitido formar una idea exacta de la situación de las cárceles. Nosotros pretendernos que este tema se discuta en el Senado. Ha sido el propio Gobierno el que ha creado esperanzas en los presos sociales con los indultos anteriores y con la amnistía.
El propio Rey ha dicho que ningún español debía estar al margen de la tarea de crear la democracia. Es cierto que la solución de las cárceles depende también de otros factores, pero mientras tanto, los presos están desesperados y los funcionarios de prisiones, nerviosos. En las cárceles se está produciendo actualmente una mutación y han aparecido grupos de presos, moderados y responsables, que quieren dar a la lucha en las cárceles una dimensión de sensatez.
Plácido Fernáñdez Viagas (socialista). Pocas veces un socialista ha tenido que hablar con sentimientos tan contradictorios como yo en este momento. Lamento que el Grupo Socialista tenga que votar con el partido del Gobierno sobre este tema, pero vamos a votar con él, a pesar de las razones de UCD. No creemos que abrir ahora las puertas de las carceles sea lo más conveniente. En primer lugar, para los propios reclusos. Poco después de estar libres volverían otra vez a la cárcel.
El PSOE tiene sobre este tema una alternativa global, que va desde la reforma de la ley de Indulto, para que se puedan conceder indultos individualizados, hasta la elaboración de un estatuto del preso, pasando por una nueva ley penitencíaria y por la derogación de la ley de Peligrosidad Social.
Landelino Lavilla (ministro de Justicia). La proposición de ley que se debate tiende a la práctica excarcelación de todos los presos. Esta es la filosofía del proyecto, aunque sus promotores admitan que el mismo pudiera sufrir modificaciones. Es obvio que este Gobierno, y cualquier Gobierno, cualquiera que sea su ideología, tendría que oponerse necesariamente a esta proposición de ley.
Es cierto que tienen que hacerse muchas reformas, pero los delitos no son exclusiva consecuencia de las leyes penales de la situación anterior. Conceder un indulto en la actual situación de las cárceles significaría que el Gobierno abdica. La responsabilidad es de los que invierten los valores haciendo juez al recluso, y ponen en una situación secundaria a las instituciones. Por otra parte es innegable que existe en la población psicosis de miedo e inseguridad, y un indulto podría dar a esta psicosis mayor fundamento.
Tampoco es cierto que el Gobierno no se preocupe de los presos. Se han dado dos indultos (noviembre de 1975 y marzo de 1977) que han afectado a unos 10.000 presos. Sin embargo, la pura actitud negativa al indulto que se propone no puede ser el exclusivo resultado de este debate.
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