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Los vecinos se resisten a abandonar un pueblo asturiano

Ocho familias de Tanes -pueblo del municipio asturiano de Camporaso- se niegan a abandonar sus viviendas, a pesar de que la invasión del agua del Nalón se acerca, amenazante, a una velocidad de unos veinte centímetros por hora a sus viviendas, que quedarán sepultadas por un gran embalse que abastecerá a trece municipios, entre ellos Oviedo, Gijón y Avilés, de la zona central de Asturias.

Además de los vecinos de Tánez existe una fábrica de muebles en la que se sigue trabajando y cuyos sótanos fueron ya alcanzados por el agua. El problema planteado tiene su origen en la falta de entendirniento sobre la valoración de las expropiaciones entre el consorcio para el abastecimiento de agua y saneamiento de la zona central de Asturias e Hidroeléctrica del Cantábrico -además del embalse se construye una central eléctrica- con los vecinos afectados. El Gobierno Civil ha hecho público un comunicado en el que considera procedente la petición formulada por el consorcio tendente a evitar «la ilegal permanencia de los expropiados en los bienes ocultados». Un portavoz de Hidroeléctica del Cantábrico afirmó que se había llegado a un acuerdo parcial con los vecinos afectados, pero que a la hora de firmar el compromiso se negaron a ello alegando que habían sido coaccionados.

Los vecinos prepararon una balsa para meterse en ella y continuar su protesta sobre este embalse, que tendrá una capacidad de 35 millones de metros cúbicos.

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