La hidra marxista
No sé si será porque estamos en carnaval, pero sepan ustedes que ha vuelto la hidra marxista, que la teníamos en la carbonera desde antes de la legalización de, los partidos, y hacía mucho tiempo que ni siquiera mi querido don José María Ruiz-Gallardón la sacaba a hacer pis con un bramante. Ha vuelto.Mascarita, mascarita, que no me conoces, que no me conoces. La hidra marxista. Si le quitas la peluca es Carrillo y si no la purísima. En cuanto que Tierno y Felipe hablan de hacer el pacto de Vergara a caballo, con el cuadro de las lanzas de las elecciones sindicales al fondo, los portavoces de la derecha eterna hablan de la izquierda que se une y la hidra marxista.
En cuanto unos cuantos empresarios se quedan en Madrid el domingo por la mañana, porque la sierra con suegra y tele es una paliza, y montan un mitin blanco, a Marcelino Camacho, aludido y eludido en el fórum, se le pone cara de hidra marxista mientras desayuna en su pisito de Carabanchel o se toma un blanco con los amiguetes, aquí unos camaradas, en el bar de abajo.
La hidra marxista ha vuelto en carnaval, que el tiempo de disfraces, y puede verse por Madrid a don Mariano José de Larra con cara de hidra masónica, que es lo que eran las hidras de entonces, aunque se ha sabido que Larra conspiró con la reacción, y quién no, hasta un retrato de Franco por el extinto y grande Tino Grandío sale ahora a la luz, que a eso y más llegaba la ironía galaica del galaico. O de ambos galaicos, por mejor decir. Comisiones Obreras chupa rueda en las sindicales y a todos los currantes se les pone cara de hidra marxista cuando llegan por la mañana al curre, de modo que los bancos empiezan a absorberse unos a otros furiosamente, en unnúmero de erotismo financiero a lo Emmanuelle Negra o Laura Gemser, y el conde de Lavem (apócrifo) va y me explica:
-Este Mountadas y Prim que se ha pirado a Brasil con la pastizara multinacional es compañero mío de estudios y ya entonces iba para hombre de bien.
Me llama por la noche Javier Godó, desde Barcelona, para hablar de las cosas de la life. Qué tal por Madrid:
-Pues ya ves, Javier, hombre, aquí bien, tirando más o menos, pero vosotros los pudientes cuidado con la hidra marxista, que otra vez la han soltado.
Los columnistas más aguerridos reciben a la hidra marxista a puerta gayola o séase al pie del chiquero, y le dan una primera manoletina mirando a los tendidos de sombra, que es donde está la clase empresarial haciendo sus mítines de derechas. Le pregunto al doctor Fernando Paredes García, gran especialista en la mujer:
-¿Qué, mucho incremento en los males sagrados, con esto de la liberté y tanta Emmanuelle negroide?
Porque ya se sabe que la hidra marxista trae la lepra, la sífilis, la prostatitis y la guerra, por no hablar de la huelga, que es la cruz del empresariado. Cenando la otra noche con Nacha Guevara, me contaba de la iguana hindú, que es su bicho astral según no sé qué horóscopos, y que vive en el liquen de las rocas, y, aunque odia el agua, como los niños, aguanta la respiración y se sumerge para comer algas.
-Pero eso no es la iguana, Nacha -le dije digo-. Eso, tal y como me lo estás explicando, es la hidra marxista.
O sea la clandestinidad, la submarinidad, el alimentarse de algas, es decir, de nada, porque las algas son la nada que flota entre dos aguas, y los marxistas españoles han comido durante muchos años pan y cuchillo, como decía el marxista Miguel Hernández.
La hidra marxista existe y se hace pasar por iguana oceánica, como Carrillo se hace pasar por euro. Yo lo veo peligrosísimo, y al empresariado también. Hay que ponerles la ceniza del miércoles de ceniza a Carrillo, a Felipe, a Tierno, a Ruiz-Gallardón, a Nacha Guevara, a todos, para conjurar un poco el peligro, porque empieza a saberse que esto de la democracia es pecado.
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