La guerra de los satélites
«Sólo la Unión Soviética debe haber lanzado cerca de mil satélites, de los cuales giran actualmente alrededor de la Tierra un número indeterminado.» «En 1964 y 1970 dos satélites norteamericanos arrojaron sobre la Tierra elementos técnicos con isotopos radiactivos.» «En dos ocasiones anteriores dos aparatos se desintegraron en la atmósfera.» «ltalia ha vivido tres días en estado de alerta atómica sin que los italianos se enterasen.» «Hay científicos que señalan que la explosión produce inevitablemente una nube radiactiva con tendencia a descender y que se desplazará a cualquier punto de la Tierra por acción de vientos y lluvias.»Hasta aquí reproduzco unos cuantos de los párrafos aparecidos en el artículo de EL PAÍS (26 enero 1978). Teniendo en cuenta que yo personalmente creo que cualquier noticia de periódico nunca es ni toda la verdad ni la única verdad, pregunto:
1. ¿Es que acaso la única vía posible para el perfeccionamiento de la vida del hombre (habría que aclarar qué se entiende por perfeccionamiento, qué por vida y qué por hombre) pasa inevitablemente por la continua proliferación de cada vez mayores peligros para los fundamentos de la propia vida?
2. ¿Es previsible que el continuo desarrollo de este tipo de tecnología conduzca rápidamente a que sean cada vez más frecuentes situaciones en las que el secreto, la falta de información, la falta de control por parte de los afectados, se pueda (se deba) justificar en aras de evitar una posible histeria colectiva?