_
_
_
_

Las previsiones turísticas españolas para 1978 son excelentes

Treinta y seis millones de turistas inundarán España a lo largo de 1978, lo que constituirá la cifra tope del «boom» de nuestro país desde que comenzó a ser objeto de las preferencias de los viajeros de todo el mundo. Tan optimistas previsiones fueron facilitadas en Londres a los representantes de los medios informativos españoles por el secretario de Estado para el Turismo, Ignacio Aguirre, que ha permanecido 48 horas en la capital británica preparando con los operadores turísticos de este país la campaña de 1978.

El turismo británico, como consecuencia de la fortaleza de la libra esterlina, aumentará entre un 15 y un 20% respecto del año pasado. Las autoridades españolas prevén que para marzo estarán vendidos todos los programas turísticos hacia nuestro país y su atención se fija ahora, según el secretario de Estado, en evitar la estacionalidad veraniega y desplazar hacia otros meses esta afluencia masiva, ya que en los meses de julio y agosto se concentra la llegada de un 33 % de los visitantes extranjeros.El señor Aguirre resaltó que por vez primera las tarifas hoteleras para la temporada 1978 han sido fijadas por España y no por los grandes «tour operators» mundiales. Este hecho, unido a la subida del 35% en los precios del alojamiento y manutención y al establecimiento de un nuevo contrato-tipo, permitirá a los hoteleros españoles dejar de estar a merced de las grandes organizaciones turísticas extranjeras en la contratación de plazas.

La multiplicada demanda británica de vacaciones en España puede crear problemas de transporte aéreo y de falta de plazas a partir de marzo, según las grandes agencias turísticas inglesas, que esperan sobrepasar la marca de 1973, en que tres millones y medio de viajeros fueron canalizados hacia nuestro país desde Gran Bretaña.

El señor Aguirre, que reconoció las deficiencias de coordinación entre los diferentes departamentos afectados por la infraestructura turística, anticipó en Londres que los ingresos por turismo en 1977 superaron los 4.000 millones de dólares, y afirmó que la situación política española no preocupa en absoluto a los intermediarios turísticos, como lo muestran las inmejorables perspectivas para el año que comienza.

La contribución de los ingresos turísticos a la balanza de pagos ha sido decisiva en el pasado año para reducir el tradicional déficit, que según datos provisionales ha quedado fijado en unos 2.500 millones de dólares.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_